El Valencia Basket solventa con personalidad la resistencia del Hapoel Jerusalén para ser más líder (96-83)

Había anunciado en la previa Pedro Martínez que no sería un partido de muchos puntos, quizás para retar a sus jugadores, a desafiarles ante la que era la defensa que menos puntos concede de la Eurocup. No lo sabemos, pero el equipo salió con la metralleta en mano. Seis triples que pusieron un 22-13 que provocó el tiempo muerto israelí. Todo en seis minutos.

Además, Jones, titular por primera vez en casa. Después de decir en rueda de prensa que Jared Harper era el mejor base de la Eurocup. Jones anotó 8 puntos y dio dos asistencias en sus primera rotación. El tiempo muerto le sentó bien a los visitantes. Varias pérdidas y buenos rebotes ofensivos les pusieron 25-23 en un suspiro. Minuto de Pedro y vuelta al dominio con Montero de manejador. 33-23 con bombita del dominicano y un triple visitante para cerrar 33-26 el primer acto.

El segundo fue de tomar las curvas acelerando. Mejoría cerrando le rebote defensivo, alguno ofensivo, y más triples. Hubo un momento de 10 de 15 de acierto. Una barbaridad difícilmente sostenible, pero entonces hubo pelotas dobladas y transiciones para poner un 59-30. Aquí hubo algo de precipitación y Hapoel se fue a vestuarios menos lastimado de lo que podría haber sido. 59-38, con un más terrenal 11 de 21 desde el 6’75. Con Harper dejando destellos pero con Montero y Jones mandando.

La dinámica de los últimos minutos no se cambió y Hapoel empezó a recortar distancias. Mejor defensa, algunas dudas locales y puntos de clase de Carrington, Harper o Philip. 68-58 a los cinco minutos. Badio y Sestina con dos triples pusieron cierta calma. 74-58. Pero el cierre de cuarto fue un derroche de talento. Jones mira reloj y le pide a Montero que se la juegue. La recibe el dominicano, atrae, suelta y corta… Jones amaga el pase y deposita el balón en la red con suavidad desde el triple. 79-62.

Hapoel seguía subiendo su listón físico, controlando rebote y generando problemas. Varias veces tuvo la opción de rebajar la psicológica distancia de los diez puntos, pero nunca pudo. Siempre apareció alguien en Valencia Basket para espantar nervios que otras épocas hubieran generado runrún en la Fonteta y hecho temblar las piernas al equipo. Ahora no. Nueve de nueve en Eurocup. Liderato de grupo virtualmente sellado y a aprender de los ajustes defensivos de Hapoel para el futuro. Noche redonda. Una más.