LENGUAJE
Diez palabras que usamos los valencianos y no entienden en el resto de España
Muchas son las palabras que utilizamos habitualmente sin pararnos a pensar si solo las usamos en Valencia o también en el resto de España
Valencia - Publicado el
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Es curioso como en muchas ocasiones asumimos ciertas palabras como habituales en el lenguaje en toda España, pero cuando salimos de Valencia y las mencionamos nadie sabe de qué estamos hablando.
Recopilamos algunas de esas palabras propias que generación tras generación han ido calando en los valencianos sin pararnos a pensar que somos los únicos que las utilizan.
Este tipo de palabras que son solo usadas en algunas zonas del país no se recogen como tal en el diccionario de la RAE, pero sí en el «Observatorio de palabras» donde se recogen las palabras o acepciones de las mismas que no aparecen en el diccionario, pero sí han generado dudas.
Empastre
¿Te has planteado decirle a un vasco que esto es un empastre? Seguro que su cara es de sorpresa y desconcierto. Los valencianos la utilizamos habitualmente para describir una situación caótica, un lío, e incluso un destrozo. Los correctores, la IA no ha llegado tan lejos, se vuelven locos proponiendo otras opciones como empaste,“¡Menudo empastre!”.
Rosquilleta
Sí, como lo lees. La palabra rosquilleta no se utiliza en el resto de España, por curioso que nos parezca en su lugar se utilizan, por ejemplo, pan de pipas, o bastoncillos de pan. ¿Te imaginas merendando pan de pipas? ¿Y si no llevan pipas? Ahí dejamos la duda.
Mocho
“Voy a pasar el mocho”, igual te estás preguntando qué tiene de raro esta palabra, pero para la RAE y el resto de españoles sería algo incomprensible, ya que sería pasar algo sin punta.
Exacto, para la Real Academia de la Lengua "mocho" es un adjetivo que describe [algo] que carece de punta o del remate habitual y tú cuando pasas el mocho estás limpiando el suelo.
Bombón
Esta palabra, obviamente, está recogida en el diccionario. Pero es aquí donde viene la diferencia. Para el resto de España es una pieza pequeña de chocolate o azúcar y para los valencianos es un tipo de café, o lo que es lo mismo, un café solo con un chorrito de leche condensada.
Así que si pides un bombón, sin especificar café bombón, puede ser que te encuentres con que traigan una pieza de chocolate.
Encalar
¡Quién la encala la paga! Esta es la frase que cuando se sale al recreo de los colegios valencianos se escucha día tras días, o lo que es lo mismo que el que pierde la pelota u otro objeto por haberlo tirado tan alto que llega a un tejado (por ejemplo) y no se puede recuperar.
Si estás leyendo esto y no eres valenciano, seguro que por encalar te viene a la mente pintar con cal una pared, cuando visites Valencia recuerda, si la encalas la pagas.
Coca
La coca de llanda, coca de cebolla, de atún o de chocolate. Los valencianos disfrutamos de esta receta que podemos encontrar en todos los hornos, ya sea en formato dulce o salado.
Pero ojo con ir a una panadería de fuera de valencia y pedir una “Coca” porque como mucho, pueden darte la hoja de una planta de origen latino americano, tal y como describe lo describe la RAE.
Choparse
Del verbo chopar, de toda la vida, no hay fallo. En Valencia, cuando nos mojamos mucho, diluvia o sudamos a raudales, no nos empapamos, nos chopamos.
Por mucho que cuando lo escribimos en el WhatsApp nos lo cambie por chuparnos.
Potroso
“Estoy como los chiquillos, potroso”. No tiene nada que ver con parecernos a un potro, cría de los caballos, y ni mucho menos, está relacionado con la definición que aparece en los diccionarios “adj. coloq. Afortunado, que tiene buena suerte. suertudo, afortunado, venturoso”.
En Valencia, esta palabra o expresión se utiliza cuando estás cuando los niños (o adultos) cogen una rabieta, se enfadan sin motivo o tienen un mal comportamiento. Camal Es con esta palabra con la que muchos valencianos más se reirán porque mientras ellos se suben el camal del pantalón en el resto del país el camal es un palo grueso del que se suspende por las patas traseras al cerdo muerto. Por lo menos en la definición las piernas, en este caso, las patas sí están presentes.
Coent
“¡Mira que eres coenta!”, definir esta palabra fuera valencia es bastante complicado, está tan interiorizada que en un primer momento debemos pararnos a pensar cómo explicarla.
Es alguien con un punto hortera, que le gusta la ostentación o algo muy cursi por así decirlo.