Un vecino de Ourense se despierta en plena noche y lo que presencia en la calle le obliga a llamar a la policía: "Gritando"

Los vecinos del casco histórico de Ourense viven verdaderas pesadillas cada fin de semana. En los últimos tiempos se incrementaron el número de pubs -actualmente son alrededor de 50- y al incremento de bullicio y de ruido, se une la presencia de coches mal aparcados en el medio de la calle o frente a vados que complican el descanso y la tranquilidad de los vecinos del entorno.

La situación no es nueva y cada fin de semana tienen problemas para conciliar el sueño por el ruido. Pero, en este caso, no se trató de la noche del viernes y el sábado sino que fue un domingo de madrugada y el lunes los vecinos tenían que madrugar para ir al trabajo o llevar los hijos o los nietos al cole sin poder descansar.

La Asociación Cimborrio, que engloba a vecinos del casco viejo, ha formulado un escrito en el Ayuntamiento de Ourense denunciando la situación vivida. En las quejas planteadas, reflejan que llamaron, en primer lugar, a la 1:30 horas porque locales de la calle Cabeza de Manzaneda tenían el “volumen muy alto que impedían el descanso de los vecinos con gente gritando en la calle”.

Llamadas a la policía 

El presidente de la asociación, Carlos Vence, indicó en una entrevista en Cope Ourense que “ni la presencia de los agentes hizo que bajaran el volumen”. 

Sobre las 2:55 horas vuelven a llamar a la Policía Local por ruidos en locales, pero resaltan que “no se rebajó el volumen”. Según relata el escrito, a las 3:45 horas “los locales siguen abiertos y la música impide el descanso a las personas que deben ir a trabajar dentro de unas horas sin poder dormir” resaltan desde la Asociación O Cimborrio. 

Pero no cesa el ruido y a las 4:35 horas, muy cansados de una noche sin descanso, vuelven a llamar a los agentes por la música de los locales con la gente dentro, llegó la patrulla policial y los hosteleros apagaron la música. 

Sin embargo, según relató Carlos Vence “a los cinco minutos de marchar la patrulla comenzaron a salir del local unas 60 personas, algunas de ellas gritando y rompiendo botellas y vasos de cristal contra el suelo”.

Además de ello “encendieron los coches y comenzaron a dar acelerones, tocar la bocina mientras ponían música en los coches a gran volumen y proferían insultos amenazantes al vecindario mientras miraban las ventanas de los edificios” por lo que los vecinos “volvieron a llamar a los agentes a las 5 de la mañana “.

Obligación de cierre

Carlos Vence recuerda que “los pubs de las noches de los domingos deben apagar la música, cerrar las puertas a las 4:00 de la madrugada” por lo que excedieron el tiempo permitido. 

Además, resaltó que a los vecinos le sorprendió que esta situación ocurra en la madrugada del lunes. “Estamos acostumbrados las noches de los jueves, viernes y sábados, pero que ya ocurra la madrugada del lunes en una noche de insomnio para quienes debemos trabajar o llevar a los hijos y nietos al cole sin poder descansar, fue lo sorprendente” manifestó en una entrevista en Cope Ourense.

Los vecinos piden en el escrito presentado en el Concello de Ourense que se realice una visita de inspección a los locales por parte de técnicos de ruidos y se remitan los niveles acústicos registrados durante esa noche.