El mallorquinismo recibe a sus héroes

La lluvia intermitente y el viento han sido protagonistas involuntarios del recibimiento que un centenar de aficionados del Real Mallorca han querido tributar a los suyos tras volver de San Sebastián. Con la final de la Copa del Rey en el bolsillo y las caras de cansacio visibles en los rostros de los jugadores dirigidos por Javier Aguirre, el autocar del Mallorca llegaba al Estadi Mallorca Son Moix alrededor de las 15 horas siendo recibido con cánticos, algún que otro bote de humo de color bermellón y confettis por parte de una afición que, además había comenzado a preparar la voz instantes antes cuando las parejas de Dominik Greif y Martin Valjent llegaban a Son Moix.

Precisamente la pareja del guardameta eslovaco parecía querer agradecer el cariño que el portero estaba recibiendo siendo la encargada de repartir entre los aficionados una serie de tubos con los que lanzar el confetti con el que se iba a celebrar la llegada del autobús mallorquinista. Uno a uno los jugadores del Real Mallorca han ido bajando del autocar saludando desde la distancia a unos aficicionados que esperaban a la salida del estadio a los futbolistas.

Dos jugadores, Dominik Greif y Gio González, decidían romper la norma de la llegada y se fotografiaban junto a los seguidores. El guardameta eslovaco ha pasado cerca de 20 minutos firmando autógrafos y haciéndose fotos con todo aquel que lo desease mientras que en el caso de Gio, el lateral aparcaba su coche y se bajaba del mismo para atender a los aficionados. Uno de los últimos integrantes de la plantilla en abandonar el estadi iba a ser un Javier Aguirre que, como no podía ser de otro modo, era aclamado por los fieles del club bermellón que no han perdido la oportunidad de agradecer al técnico la posibilidad de poder alcanzar la cuarta final de copa del conjunto bermellón en sus más de cien años de historia.