ADICCIONES

A los 22 años tocó fondo por su adicción: Ahora le ha cambiado la vida

El 10% de los usuarios de Proyecto Hombre en La Rioja son personas con problemas de adicción al juego y las apuestas

Sergio, de espaldas, adicto al juego desde los 16 años

Sergio, de espaldas, adicto al juego desde los 16 años

Manuel Pérez Esteve

Logroño - Publicado el

2 min lectura

Sergio ha llegado al límite con 22 años. Lleva desde los 16 atrapado en una adicción que había consumido sus ahorros y su paz mental. A este joven de Logroño las apuestas deportivas y los juegos online le engancharon sin que al principio él apenas se diera cuenta.

adicciones más comunes en jóvenes

Este tipo de adicciones a veces empieza de la manera más simple, una apuesta entre amigos mientras ven un partido. Así empezó Sergio, con las apuestas deportivas, luego, suelen llegar los juegos online. Todo va muy rápido porque las apuestas proporcionan un subidón de adrenalina pero con el tiempo, ese entusiasmo se va convirtiendo en dependencia, y lo que empieza como un juego termina volviéndose un pozo oscuro del que no se sabe cómo salir.

Después de meses de negación y de intentar cubrir sus deudas y de tomar conciencia de como su adicción estaba afectando a su familia, decidió llamar a la puerta de Proyecto Hombre. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para liberarse de esa carga

la ayuda de proyecto hombre

Nos cuentan desde la entidad, que las personas que acuden por primera vez a la entidad cruzan la puerta sintiendo una mezcla de vergüenza, pero también de alivio. El programa que sigue Sergio no es fácil. Cada semana, asiste a sesiones con terapeutas y grupales donde también conoce a otros que, como él, se enfrentan a diversas adicciones.

Sergio comenzó a reconstruirse hace meses. Proyecto Hombre le ayuda a encontrar herramientas para canalizar la ansiedad sin caer en la tentación del juego. Aprende a enfrentarse a sus emociones, y empieza a buscar otras actividades que lo mantengan ocupado.

Con el tiempo, Sergio comienza a notar cambios. Recupera las noches de sueño, las ganas de retomar el contacto con amigos , y empezar a hacer planes para el futuro. Su familia también percibe estos cambios y, poco a poco, las heridas de los últimos años comienzan a cicatrizar.