Agentes que velan por las víctimas de violencia contra la mujer relatan su experiencia: "Volviera a ser feliz"
Oihane e Iñaki, de Policía Nacional, y el subteniente Silva, de Guardia Civil, relatan alguno de los casos que más les han marcado
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El subteniente Silva, en Cope Navarra.
Pamplona - Publicado el
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Oihane e Iñaki son dos agentes de la UFAM (Unidad de Atención a la familia y la mujer de Policía Nacional) encargados de la protección. El subteniente Silva, es el encargado del EMUME, equipo mujer menor de Guardia Civil. Ellos, entre otras cosas, se encargan de acompañar y proteger a las mujeres que han sido víctimas de violencia por parte de sus parejas o exparejas.
En muchas ocasiones, no es fácil conciliar la vida personal con estas situaciones que tienen que ver a diario. “Es complicado, pero poco a poco, la condición humana obliga a aprender a convivir con esa información. A llegar a casa y comer o cenar como cualquier otra persona”, relata Oihane. “Hay que ser fuerte psicológicamente”, indica Iñaki.
Te acostumbras, lo asumes y forma parte de tu trabajo, pero sin perder la empatía”
Agente de la UFAM de Policía Nacional
Estos agentes tienen que escuchar muchas historias muy duras, acompañan a víctimas que han pasado cosas horribles. Al principio, a Iñaki le costó, pero ya lleva cinco años en la UFAM. “Vas preguntando y te vas haciendo una idea, pero hasta que no estás en el terreno, no te das cuenta de lo que es realmente. Con el tiempo te vas acostumbrando, pero es importante no perder la humanidad”, asegura Iñaki. “Te acostumbras, lo asumes y forma parte de tu trabajo, pero sin perder la empatía”.
No todos los policías tienen la capacidad para poder acompañar a estas víctimas. “Es un trabajo que conlleva mucha concentración y mucha empatía. Nuestras unidades seleccionan al personal continuamente, porque no todo el mundo vale para esto”, asegura el subteniente Silva.
Es importante no perder la humanidad”
Agente de la UFAM de Policía Nacional
Todos han coincidido en que una cualidad indispensable para ejercer su trabajo es la empatía. Hay que conseguir que la víctima se abra y cuente todo. En ocasiones, han relatado, están incluso cinco horas declarando. “Estamos tratando un problema serio. La persona se pone delante de nosotros y se abre. Cuenta detalles muy íntimos. Tienes que saber que vas a tener delante a una persona que llora, que llega nerviosa, que está pasando por un proceso que muchas veces le cuesta relatar...”.
En ocasiones, las situaciones pueden superar incluso a los propios agentes. Las historias son tan duras que afectan sobremanera a los propios policías o guardias civiles. “Me he encontrado compañeros y compañeras estar llorando. La compañera que está cogiendo la denuncia llorando, la víctima llorando... Y la psicóloga allí, porque es muy duro. Es muy duro lo que cuentan. Hay que decir 'vamos a parar un poco'”.
Me he encontrado compañeros y compañeras estar llorando"
Responsable de EMUME de Guardia Civil
Oihane recuerda un caso que le marcó, una joven que había sufrido abusos sexuales y le gustaba dibujar. Esta chica aseguró que lo que estaba dibujando “no le gustaba”, que había una parte de ella que estaba enferma. “Y lo que era enferma era esa sensación principalmente de culpabilidad que tenía por aquel episodio. Con el tiempo, seguía hablando con la madre, porque esta chica se fue a estudiar fuera. Y me dijo que hubo un antes y un después en ella después de denunciar. Cambió por completo, que logró que su hija volviera a ser feliz”.
Cambió por completo, que logró que su hija volviera a ser feliz”
Agente de UFAM de Policía Nacional
Por su parte, a Iñaki le llaman la atención algunas madres que acompañan a sus hijas a denunciar. “Las madres tienen una leve idea de lo que les. ha contado la hija. Pero cuando van viendo todo lo que va relatando la hija, y ves la cara que pone la madre. Cómo mira el techo diciendo: 'madre mía', como que no reconocen a sus hijas. Eso a mí me duele. Yo creo que es como padre. que soy”.
Aseguran que no hay un perfil específico de mujer maltratada: “¿Puede ser algo de educación? No hay una respuesta. Siempre está la típica la excusa de que si los extranjeros son más que los nacionales. Pero no hay una respuesta, hay una respuesta”. Por su parte, Oihane indica que sí se ha encontrado algún patrón en la forma de ser de un tipo de mujer: “Yo sí que me he encontrado con mujeres de cualquier edad que me dicen que si no se comporta ella con celos, posesivos y ese tipo de conducta tóxica, que no sienten que la quieran. Y claro, va a buscar ese perfil”.
Iñaki, completando lo que asegura su compañera, indica que “hay ciertos sujetos que son proclives a encontrar a esas mujeres. Saben buscarlas. Ese tipo tienen 3, 4 y hasta 5 víctimas”.