Los trabajadores del Matadero de Tolosa continúan en huelga indefinida mientras esperan noticias sobre el futuro de la instalación

Los 11 trabajadores del Matadero de Tolosa afrontan su tercer día de huelga indefinida mientras la Mancomunidad de Tolosaldea, de la que depende el servicio, se esmera en buscar una solución que garantice el futuro de esta infraestructura. El delegado de ELA, Iñigo Balzola, recuerda que Industrias Cárnicas del Oria, la empresa subcontratada para realizar el servicio, "acumula impagos del canon, del alquiler del local y de las nóminas a los empleados, que llevan tres meses sin cobrar".

Iñigo Balzola confirma en Cope Euskadi que la Junta de la Mancomunidad de Tolosaldea ha decidido este martes "intervenir en la gestión" del Matadero y también ha convocado a los trabajadores a una próxima reunión donde les explicará su propuesta para garantizar "el futuro más inmediato" de la instalación.

consecuencias del cierre 

El Matadero de Tolosa da servicio a 400 explotaciones ganaderas y 75 carnicerías de la zona. El cierre permanente de esta instalación haría que se quedasen sin este servicio de proximidad pero de momento la huelga no afecta a las carnicerías. Joxe Mari, propietario de la carnicería Barriola, explica que "son pocos días". 

"Habrá que esperar a la próxima semana o quince días. De momento los carniceros nos hemos cargado con algo más de género pero también está la opción de sacrificar el ganado en el Matadero que la misma empresa tiene en San Sebastián", subraya Joxe Mari.

Además de Tolosa, San Sebastián, Oñati y Zestoa se reparten los otros mataderos de Gipuzkoa a los que los ganaderos tendrán que acudir si la huelga se prolonga o si no se reabre la instalación, con el consiguiente "aumento del coste del transporte", según destaca en Cope Euskadi el coordinador general del sindicato agroganadero ENBA, Xabier Iraola. 

Iraola pide a la Mancomunidad de Tolosaldea que su propuesta para garantizar el futuro de la instalación priorice el servicio a los ganaderos locales y la carne de "kilómetro cero" frente a los mayoristas de otros lugares como Cataluña o Aragón, que además "necesitan una instalación de mayores dimensiones cuya inversión es más difícil amortizar".