Luto en el arte vasco

Adiós a Agustín Ibarrola: eterno en su arte, inmortal en nuestra memoria

Fallece a los 93 años el maestro de la unión de pintura y escultura en la naturaleza, plasmada en El Bosque de Oma

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Redacción COPE Vitoria

Vitoria - Publicado el - Actualizado

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Este 24 de noviembre de 2023 se tiñe de tristeza por la pérdida del destacado pintor y escultor vasco Agustín Ibarrola, que ha fallecido a la edad de 93 años en el hospital de Galdakao, Bizkaia. Su partida deja un vacío en el mundo de las artes, pero su legado perdurará como un faro de creatividad e innovación.

Agustín Ibarrola, nacido en Bilbao en 1930, es uno de los artistas más consagrados e influyentes de la escena vasca y a nivel internacional. Su extensa carrera ha abarcado diversas disciplinas, desde la pintura hasta la escultura, y su huella artística deja una marca imborrable en el panorama cultural.

Recientemente, el Bosque de Oma, una de sus obras más emblemáticas, volvía a cobrar vida gracias a la dedicación de su hijo José Ibarrola. Esta instalación, ubicada en Gernika, es testimonio del genio creativo de Ibarrola y su capacidad para fusionar la tradición pictórica vasca con corrientes vanguardistas contemporáneas.

Agustín Ibarrola es el mejor representante del mundo de la unión del Arte con la Naturaleza con El bosque de Oma, en Kortezubi ( Bizkaia), como máxima expresión. Aunque sus últimos años estuvieron marcados por una retirada de la escena pública debido a problemas de salud, Agustín Ibarrola asistió a la inauguración del renovado Bosque de Oma, demostrando su perseverancia y amor por el arte hasta el final.

El legado de Ibarrola trasciende sus obras icónicas. Se ha señalado en numerosas ocasiones su valiente lucha contra el terrorismo, de hecho fueron varios los ataques sufridos en el Bosque pintado de Oma en los años más duros de ETA.

La historia de Agustín Ibarrola es la de un joven apasionado que, desde sus comienzos en la Galería Studio del Casco Viejo, dejaba una huella imborrable en la escena artística. Su dedicación le llevó a superar obstáculos y a forjar un camino que cambiaría su vida y el panorama del arte vasco.

Desde sus primeras exposiciones individuales en Bilbao hasta sus contribuciones en la basílica de Arantzazu, Ibarrola demostró un impulso vanguardista que lo llevaría a formar parte del Equipo 57 en París. Su experiencia en la cárcel, su compromiso político como miembro del Partido Comunista, y sus múltiples contribuciones al arte público dan cuenta de una vida rica en experiencias y desafíos.

Hoy el arte mundial llora la pérdida de un visionario, pero recordaremos a Agustín Ibarrola no sólo por su creatividad infinita sino también por su valentía, su resistencia y su contribución inestimable al enriquecimiento del panorama cultural. Descanse en paz este maestro del arte. Su legado perdurará en la paleta infinita de la memoria colectiva.

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