ARQUEOLOGÍA
La joya escondida de Cartagena
La Cueva Victoria alberga la única huella en Europa de la llegada de babuinos gigantes desde África
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En 1958, en la ladera sur del Cabezo de San Ginés de Cartagena, aficionados a la espeleología encontraron en una gruta una mandíbula de león y dos molares de oso, en lo que fue la primera referencia a una antigua mina de hierro y manganeso, Cueva Victoria, que había servido casi un millón de años antes de cubil de hienas.
Ahora, en pleno proceso de investigación científica y paleontológica, el Ayuntamiento de Cartagena, ha ofrecido la posibilidad de poder acceder a este yacimiento del pleistoceno inferior que ha documentado hasta la fecha 105 especies distintas de vertebrados.
Mari Carmen Berrocal, Licenciada en Geografía e Historia en la especialidad de Historia Antigua y Arqueología, destaca el triple valor que tiene la cueva; Paleontológico, Geológico e histórico.
Cueva Victoria es un yacimiento kárstico con vertebrados fósiles del Pleistoceno inferior. Fue excavado inicialmente no como un yacimiento fosilífero, sino como mina de manganeso, incluyendo métodos tan expeditivos como el uso de explosivos. Los mineros explotaron las mineralizaciones de hierro y manganeso, pero Cueva Victoria es también conocida por la presencia de otros minerales.
A pesar de que la acción minera excavó gran parte de los sedimentos fosilíferos, dejando sólo testimonios de la brecha en techo y paredes, Cueva Victoria ha suministrado miles de restos fósiles que han revelado una diversidad extraordinaria, entre los cuales destacan los del cercopitécido africano Theropitecus oswaldi, pariente cercano del babuino actual gelada, y cuyos restos son los únicos hallados en Europa.
Además, los restos fósiles de Cueva Victoria incluyen una falange humana, lo que la convierten en uno de los pocos yacimientos europeos con restos humanos del Pleistoceno inferior.
Aunque la cueva aún no está plenamente acondicionada para una apertura sistemática y permanente al público, sí que se encuentra suficientemente preparada para ser visitada de manera puntual por pequeños grupos.
Con estas visitas organizadas se pretende ir dando a conocer al público en general un recurso patrimonial de gran valor histórico y cultural, que además despierta un gran interés popular, mientras se siguen planificando y acometiendo las acciones necesarias para poder abrir en un futuro el recurso de manera más recurrente y óptima.