Cristina L. Schlichting: "Claro que no vamos a dejar de investigar la tesis de Sánchez"

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¡Muy buenos días España en este día de las Lolas y las Marimares! Luego nos repasará Jesús Luis Sacristán el santoral, que hoy es de las vírgenes del Mar y de los Dolores. Ya estamos en nuestros puestos para servirte, veo en el control a Cinta Molina, Orihuela en el central, Diego González en la dirección y Sofía Gonzalo con vosotros, los oyentes. Servidora se llama Cristina López Schlichting y se pone a tus pies en este sábado 15 de septiembre, ya metidos de lleno en el curso y con el décimo aniversario de la quiebra y cierre del Banco Lehman Brothers que desató la Gran Recesión que nos ha hecho padecer en los últimos años.

Los de ETA están contentos porque empieza la reagrupación de presos. Una mujer que colaboró con los comandos y les ayudó a ocultar los explosivos, Marta Igarriz, y un etarra con problemas mentales, Kepa Arronategui, que asesinó en 1997 al ertzaina Txema Agirre, pasan respectivamente de Castellón a Logroño y de Almería a Zuera, en Aragón. El ministro Marlaska se lo anunció ayer a las víctimas de la AVT y Covite, que subrayaron, lo mismo que ha hecho María del Mar Blanco, presidenta de la fundación que lleva el nombre de su inolvidable hermano Miguel Ángel, que los etarras en cuestión no han mostrado arrepentimiento, ni pedido perdón, ni colaborado con la justicia. Delicado y feo asunto, en el que el Gobierno se atiene más a los intereses políticos que a la ética.

Lo mismo ha pasado con el asunto de la venta de armas a Arabia Saudí. Era muy grave vender explosivos, hasta que nos fue el dinero en ello y la construcción de cinco corbetas de las que dependen los trabajadores de los astilleros españoles. Y para decir digo donde decía Diego la ministra Celaá protagonizó ayer en rueda de prensa una intervención bochornosa explicando que las bombas que vendemos los españoles no matan.

Hombre ministra, yo comprendo que la real politik es difícil, pero tontos no somos los españoles. El Gobierno de Pedro Sánchez se ha convertido en el único del mundo que vende bombas que no matan. Supongo que sirven para abonar cosechas o provocar la lluvia.

Está resultando difícil de seguir el ejecutivo cuando atrocha por veredas que ni una cabra hispánica tendría fáciles. La última es el método utilizado para hacer frente a las acusaciones de plagio que el presidente ha tenido que hacer frente por una tesis mediocre premiada con un bochornoso cum laude por un tribunal de amiguetes. Pedro Sánchez ha decidido matar al emisario y ha enviado burofaxes amenazantes a la prensa. Tres periódicos, ABC, El Mundo y Ok Diario han recibido burofaxes exigiendo que se retracten de la información publicada, como si se tratase de artículos de opinión. Los tres diarios investigaron la tesis del jefe de Gobierno y compararon sus textos con los originales copiados, asimismo desvelaron la sospechosa composición del tribunal que calificó el trabajo, en el que participaban un doctor que tenía el título desde hacía dos meses y otros dos que lo eran desde hacía un año.

¿Desde cuándo no puede la prensa hacer su trabajo? ¿No es acaso su deber establecer la veracidad de los hechos y mantener informada a la opinión? ¿Desde cuándo un gobierno democrático amenaza a los periodistas sólo por revelar materias vergonzosas del presidente de una nación? Sánchez parece haber perdido los papeles.

Hoy sale ABC con un solo titular en portada: Nos Ratificamos. También los directores de El Mundo y OK Diario afirman que no retrocederán. Los hechos son los hechos y ni siquiera hablamos de opiniones, que son libres.

La historia de la tesis del presidente es desgraciadamente impresentable. La necesitaba desde que empezara a enseñar en la universidad Camilo José Cela en 2008, cuando era concejal socialista. La universidad privada era ideal para él, llena de amigos correligionarios y con un rector, Rafael Cortés Elvira, que había sido secretario de estado de Felipe González. Se inscibió como doctorando en el curso 2009-2010 y dos años después ya tenía el título, que de media requiere unos seis años. Qué hacha. En ese momento era secretario de hacienda Carlos Ocaña Pérez de Tudela, que luego firmó con él un libro que justo tenía como contenido la dichosa tesis. ¿Cómo no sospechar que alguien del ministerio trabajó en un doctorado que es un corta y pega?

Naturalmente que vamos a seguir investigando la tesis, por cierto recién colgada el viernes a mediodía en internet, cuando el presidente minitió en las Cortes asegurando que ya estaba en las redes a disposición de todos. Naturalmente que vamos a cotejar los párrafos. Y naturalmente que ya lo está haciendo la gente, como ya pasó cuando hubo de dimitir el ministro alemán de Defensa, Theodor zu Guttemberg.

Por ahora, los buscadores informáticos de plagio dan indicios de que buena parte de la tesis está copiada. El programa Safe Assign, aplicado por COPE, da un 17 por 100 de copieteo. El ejecutivo reduce la cifra a un 13 por 100, según otro sistema llamado “Turnitin”. ¿por qué esta diferencia?

Muy sencillo, el copieteo no se considera delito de plagio hasta un 14 por cien. Anunciando un 13, Pedro Sánchez se queda al filo del delito legal. Y ahí está ahora mismo, al filo del delito, sin que la prensa está en absoluto asustada por sus amenazas.

Al presidente, por el contrario, vamos a recordarle lo que dijo a la oposición en el debate reciente de moción de censura contra Mariano Rajoy.

Ay madre, por la boca muere el pez. Tan duro con otros y ahora tan galllito con los que le miran a él con la lupa que ya usó. Así hablaba de Cristina Cifuentes.

El aventó estas investigaciones sobre los expedientes académicos de la oposición y ahora recoge tempestades. Porque aquí muchos tienen que ocultar. La Universidad Rey Juan Carlos, en la que cursaron los famosos másteres Carmen Montón, recién dimitida, Cifuentes y Pablo Casado, ha reconocido ayer el bochorno del borrado de más de mil correos del período en que se favoireció a estos políticos en la universidad y, para aumentar el ruido, la Universidad Autónoma de Barcelona ha negado que Rivera sea doctorando en sus aulas, como ponía en su currículo. Evidentemente esto no es materia tan grave, doctorando es en latín el que intenta doctorarse, y Rivera se matriculó con esa intención, pero se ha dedicado a la política. Lo mismo me sucedió a mí, que empecé a trabajar y ya no pude acabar la tesis. Pero es que ahora las universidades se curan en salud con los políticos, o, incluso, entran en el mercadeo de favores de estos. ¿Acaso la Autónoma de Barcelona intenta echar una mano al PSC y al PDeCat, socios de Pedro Sánchez?

¡Qué horror! La tormenta de los currículos sobrevuela la sociedad y desvela el politiquerío de la universidad. ¿Los perjudicados? Los estudiantes que hincan los codos con entusiasmo, los amantes del saber, la gente que busca la excelencia y, en definitiva, los ciudadanos que estudian y trabajan honradamente.

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