El bulo sobre el juramento de Isabel la Católica que marcó la reconquista de Granada: "Hasta que tomase la ciudad"

La historiadora Ana Velasco asegura que es "un mito que no tiene ninguna base, ni meramente real, ni verosimilitud"

Boabdil, el último moro de Granada, entregando sus posesiones a Fernando e Isabel, un cuadro de F Pradilla
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Herrera en COPE

Alberto Herrera conoce las curioisidades de la historia de Isabel la Católica y el mito sobre que era sucia con la historiadora Ana Velasco

José Manuel Nieto

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La historia está llena de mitos que, con el paso de los siglos, se han ido consolidando en la memoria colectiva. Entre estos relatos, uno de los más conocidos es el de Isabel la Católica, que supuestamente habría jurado no cambiarse de camisa ni bañarse hasta que Granada fuese reconquistada. Sin embargo, como ha explicado la historiadora Ana Velasco, este famoso bulo carece de fundamento histórico. La historiadora asegura que es "un mito que no tiene ninguna base, ni meramente real, ni verosímil".

Un mito sin sustancia histórica

En Herrera en COPE, Velasco desmontó este relato, afirmando que la idea de que Isabel la Católica habría tomado tal juramento en 1491, un año antes de la toma de Granada, es completamente falsa. "La reina juró, según la leyenda, no cambiarse de camisa ni bañarse hasta que no se tomase la ciudad", explicó Velasco. Aunque muchos han interpretado esta historia como una metáfora de la firme determinación de Isabel para lograr la reconquista, la historiadora no dudó en calificarla como "completamente falsa", señalando que "esto no pasó nunca".

Alberto Herrera, el presentador del programa, también hizo hincapié en la imagen que se ha creado sobre Isabel la Católica, asociándola con la falta de higiene, pero Velasco lo negó rotundamente. "El mito de que Isabel la Católica era sucia es completamente falso", subrayó. En contraste con esta visión popular, la historiadora destacó que la reina, en realidad, prestaba gran atención a su imagen personal, considerando que "no era una cuestión de vanidad, sino de protocolo y majestad". Esta preocupación por su apariencia la llevaba a vestirse con gran esmero, siguiendo las reglas del protocolo real.

La opulencia de su corte

Contrario a la imagen de una reina austera y desaliñada, Velasco reveló que Isabel la Católica era conocida por su gusto por el lujo. Su confesor, fray Alonso de Talavera, la criticaba por su afición a las joyas y el vestuario lujoso. "Isabel la Católica era presumida, no vanidosa", señaló Velasco, explicando que la reina era consciente de la importancia que tenía la imagen de un monarca, sobre todo después de haber sido testigo de las críticas hacia su medio hermano, el rey Enrique IV, quien era conocido por su desorden y falta de cuidado en su vestimenta.

Reconquista de la Península Ibérica. Guerra de Granada. Rendición de Granada, 1492. Muhammad XII, Fernando II de Aragón, Isabel I de Castilla

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Además, se sabe que Isabel la Católica poseía una gran colección de perfumes, que en la época eran un símbolo de estatus. "Olía a esencias orientales, fundamentalmente, que llegaban a través de Andalucía y de otros lugares como Turquía y Venecia", comentó la historiadora. Estos perfumes eran costosos y exclusivos, lo que refuerza la imagen de una reina que cuidaba su aspecto y su higiene personal con sumo esmero.

Olía a esencias orientales, fundamentalmente, que llegaban a través de Andalucía y de otros lugares como Turquía y Venecia"

Ana Velasco

Historiadora de Herrera en COPE

La periodista también abordó la cuestión de la higiene en la época, aclarando que, a pesar de los mitos, las personas en el siglo XV y XVI mantenían una higiene considerablemente mayor de lo que suele pensarse. "La gente se cuidaba mucho", afirmó Velasco. Según sus investigaciones, incluso las personas más humildes de la sociedad tenían, al menos, dos mudas de ropa, y la camisa se usaba no solo como prenda de vestir, sino también como parte de un ritual de limpieza personal.

Este tipo de cuidados, aunque diferentes a los estándares actuales, muestra que la higiene en la época de Isabel la Católica era mucho más avanzada de lo que se suele creer, lo que derrumba otro de los prejuicios que han formado parte de la llamada "leyenda negra" sobre España.

El mito de la camisa

Es importante destacar que el juramento de "no cambiarse de camisa hasta la toma de Granada" no pertenece a Isabel la Católica, sino que tiene su origen en una figura posterior, Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II. La historiadora también explicó que este bulo se asocia erróneamente con la reina Isabel, cuando en realidad la frase corresponde a un episodio que ocurrió durante el sitio de Ostende, a principios del siglo XVII, bajo el gobierno de Isabel Clara Eugenia. Este dato revela cómo los mitos históricos a menudo se distorsionan con el paso del tiempo, y cómo eventos posteriores se mezclan con figuras históricas anteriores.

La reina Isabel frente a las murallas de Granada, España, durante la Reconquista, 1491

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La reina Isabel frente a las murallas de Granada, España, durante la Reconquista, 1491

En resumen, la historia de Isabel la Católica está plagada de mitos que distorsionan la realidad. La reina no era la figura desaliñada y sucia que muchos han querido presentar, sino una mujer que, lejos de los prejuicios, mantenía una gran preocupación por su imagen, que era parte esencial de su rol como monarca. La desmitificación de estas creencias es crucial para entender con mayor precisión el contexto histórico de la época y las figuras que marcaron el rumbo de la historia de España.

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