Luis del Val: “Me desalienta observar las huellas que dejan las mascarillas en la piel de los sanitarios”

Lo único que le pido al Gobierno es que no nos cuenten más los millones de euros que han dedicado a la compra de mascarillas, y que lleguen de una vez

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Luis del Val: “Me desalienta observar las huellas que dejan las mascarillas en la piel de los sanitarios”

Luis del Val

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Ayer, de madrugada, Pedro Sánchez vio cumplido un sueño largamente acariciado durante los dos últimos años: la derecha y la izquierda le votaron su propuesta. Todos le votaron. Todos, menos los nacionalistas, esos socios que le han aupado al Gobierno. Claro, que el cumplimiento del sueño no resultaba nada alegre, porque se asentaba sobre más de tres mil cadáveres. Ya se sabe que lo peor de desear algo con mucho ardor es que el deseo se cumpla.

Pidió unidad y ausencia de reproches, pero Rafael Simancas, el jefe de la claque de la bancada socialista, el especialista en aplaudir primero al jefe, nos descubrió que todo lo que sucede es por culpa del PP de Madrid, o sea por culpa de los madrileños, que llevan más de 22 años sin votar al PSOE. Menos mal que el jefe había pedido unidad y ausencia de reproches, si llega a pedir leña, Rafael Simancas, el jefe de la claque, igual nos hubiera descubierto que el coronavirus lo fabricó la presidenta de la Comunidad de Madrid en la cocina de su casa.

Ya dijimos que esta triste circunstancia sacaría lo peor y lo mejor de nosotros mismos. Y ahí está esa chica, Nuria, que fue presidenta del Parlament, y que ha llegado a la conclusión científica de que en Cataluña no hubiera habido tantos muertos con una República de Cataluña. Naturalmente, Nuria. Es más: cuando llegue la República, en Barcelona sólo lloverá por las noches para no molestar al tráfico. La lluvia, los virus, los terremotos, los pájaros, en cuanto se van a topar con una República de Cataluña, pegan un frenazo, y se lo piensan. Claro que el talento de Nuria no alcanza a la ambiciosa y gran solución que se le ha ocurrido a Ortúzar, el presidente del PNV , y es que si hay una final de la copa del Rey entre dos equipos vascos podría denominarse Copa de Euzkadi. Genial, don Andoni.

Cuando esto acabe, que acabará, si PSOE, PP y Ciudadanos, no acuerdan una reforma electoral, que suponga una segunda vuelta, si nadie saca mayoría absoluta, estarán siempre de rodillas ante esta pandilla de ensoñadores desleales, y, quien dice ellos, dice los millones de españoles que les votamos.

Pero eso será luego. Ahora, lo único que le pido al Gobierno, o sea, a sus portavoces, es que, por favor, por favor, no nos cuenten más los millones de euros que han dedicado a la compra de mascarillas, o las que han comprado, o las que van a contratar, o las que van a venir, o las que están viniendo. En lugar de perder el tiempo en eso, por favor, ¡muevan el culo! y que lleguen las mascarillas de una vez, porque me lacera, me desalienta, contemplar, cada vez que un médico, un enfermero, un auxiliar, se quita la mascarilla, observar las huellas que ha dejado en la piel de su rostro, donde se certifican sus muchas horas de esfuerzo y angustia, y es algo así como contemplar, en un tobillo, la huella de la anilla que sujetaba la cadena de los esclavos.

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