Pura, anciana de Paiporta, recibe un regalo de un legionario granadino tras las inundaciones y así reacciona: "Como una madre"

Esta es la historia de una amistad. O más bien, la de un hombre que ha encontrado casi una madre en la Dana.

En Paiporta vive Pura, una mujer de 96 años, a la que el agua anegó la primera planta de su casa, hecha con mucho esfuerzo. Se quedó viuda a los 27 y trabajó toda su vida en una fábrica de naranjas. Dos vecinos entraron a ayudarla y la subieron a la primera planta.

Fue un encuentro providencial. De estas cosas que pasan sin estar escritas. O quizá estuviera escrita desde arriba.

Como una madre y un hijo. Pura y Sergio.

Por cierto, él le ha regalado a Pura una chaqueta de la Legión bien calentita. Para que se abrigue hasta que Sergio vuelva a verla…

Gracias a Canal Sur Noticias por contárnosla.

Paiporta intenta recuperar la normalidad dos semanas después: "Ya se ve el negro del asfalto"

En muchos municipios de Valencia siguen mirando al suelo para quitar el lodo de las calles, pero este miércoles tienen también la vista puesta en el cielo ante la alerta por una nueva DANA que se espera que pueda descargar de nuevo agua, sobre todo en el levante y Andalucía.

En Paiporta, localidad de Pura (protagonista de la 'historia del día' de este lunes), nuestro compañero Álvaro García detallaba en 'Herrera en COPE' la última hora de la situación en uno de los municipios más afectados por las inundaciones de hace dos semanas.

"Coches en las puertas no hay, objetos en las puertas tampoco hay, lo que sí hay y es el titular que te puedo dar hasta ahora es que, en torno a las 12h ha dejado de llover.

Hasta entonces caía una lluvia fina, molesta, veías incluso los cascos de los bomberos como se tenían que limpiar la visera para quitarse esa fina capa de agua", comenzaba explicando.

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Álvaro García

Paiporta intenta recuperar la normalidad

Paiporta empezaba así a recuperarse, con cierta normalidad en algunos aspectos dos semanas después de la tragedia.

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"Ya no hay coches, esa es la gran diferencia en estas calles. Si miramos el asfalto, todavía vemos esta fina alfombra de barro sigue tapando las calles de Paiporta, pero el optimismo también aquí lo tienen.