Herraiz, sobre las no explicaciones de Sánchez del caso Begoña: "No desmiente los hechos, luego no son falsos"
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"Este primero de agosto, como todos los agostos, llega con calor, que es lo que buscáis muchos de los que hoy empezáis las vacaciones.
Contarles hoy que Pedro Sánchez nos dejó igual que estábamos, sin ninguna explicación, en los dos asuntos que le acorralan, es lo mismo que decirles que el sol ha salido hace en un ratito. Siempre hay por ahí algún ingenuo que esperaba más, pero que está defraudado, pero la apuesta ganadora ayer era clara. Nos iba a regalar un balance triunfal, con toneladas de propaganda y con cero de autocrítica y luego iba a esquivar, con más rostro que habilidad, todo lo que rodea el caso Begoña y los detalles del acuerdo fiscal que ha entregado a los separatistas para que Salvador Illa sea presidente. Y se cumplió el pronóstico que, en esta ocasión, era fácil de acertar.
¿Del concierto económico para Cataluña qué dijo el presidente del Gobierno?
Nos dejó igual que estábamos. Con las mismas dudas y con idénticos temores. Fundamentalmente, con el atraco fiscal que ha pactado con los separatistas, que se anticipa como el primer paso para destruir el actual modelo autonómico tal y como lo conocemos. Y por eso asumió la palabra concierto, que hasta ahora habían intentado esquivar varios de sus ministros.
Sánchez ha pactado la independencia fiscal para Cataluña, lo que le permitirá abandonar el régimen común y recaudar el cien por cien de los impuestos a través de una Hacienda propia.
Esto es así, pero mantiene las dudas, de forma intencionada. Sobre el complicado encaje que tiene en la Constitución esta maniobra, los recelos que puede generar en Bruselas o cómo van a vestir la condonación de la deuda que exigen los separatistas. De todo esto no dijo ni media. Tampoco de la dificultad extrema para que este acuerdo pase la barrera del Congreso, donde exige mayoría absoluta.
No lo hizo porque no le interesa en este momento. Estamos ante un pacto entre la dirección de Esquerra y el PSC, tutelado siempre por Ferraz, que tienen que votar mañana las bases de los republicanos. Este es un paso imprescindible. Lo avala la dirección con Marta Rovira a la cabeza, pero Oriol Junqueras ha puesto la sordina sin mostrar ningún tipo de entusiasmo.
Una votación entre la militancia que parecía ser un mero trámite, pero Sánchez no se fía. No las tiene todas consigo. Y como estratega no le gana nadie, esto no lo olviden. En esta ocasión, conoce la disparidad de la militancia republicana y sabe que cualquier error, cualquier injerencia puede alterar a los afiliados de Esquerra. Así que prefiere el silencio obligado, al estar atado de pies y manos.
Sí que ha vuelto a sacar a pasear lo del federalismo, que es la forma que tiene de desviar la atención. Esto no es nuevo, porque el PSOE lo ha incluido en su programa electoral. Pero este guiño en este momento es completamente intencionado. No vamos a entrar en debates sobre si la descentralización de la España de las autonomías es ya de facto un estado federal. No es el momento, más que nada porque lo único que pretende Pedro Sánchez es desviar la atención: lo que se está defendiendo es dar aún más privilegios a una de las comunidades con mayor renta. Así entienden algunos el federalismo.
Lo del pacto fiscal, que es un atraco fiscal, lo del concierto catalán o cupo catalán, no se lo ha comprado en público nadie de los suyos. Ningún barón socialista ha salido a defender lo que han firmado socialistas y republicanos de Esquerra. Algunos han pedido respeto, como la navarra María Chivite, que por cierto a ella ni le va ni le viene; otros se han puesto de perfil, pero ningún presidente socialista autonómico o que aspire a serlo ha salido a decir: estoy contigo Pedro y ese acuerdo es tan magnífico como has contado con tanto entusiasmo a los españoles. Ni uno.
Pedro Sánchez versus Emiliano García Page
Aquí, en las últimas horas, las miradas se han vuelto a poner en el presidente castellano manchego, Emiliano García Page. Ha sido sin duda el más contundente y su discurso entra en un choque frontal, con mensajes en lo personal para Pedro Sánchez.
En este PSOE, tiene su mérito que alguien eleve notablemente la voz y cuestione lo que hace el presidente del Gobierno y secretario general. Pero a Page le falta un matiz, que no es menor. Que cuando llegue el momento de votar este acuerdo, los ocho diputados socialistas de Castilla-La Mancha hagan valer ese discurso de su secretario regional con un NO.
Esa negativa no se produjo durante la investidura de Sánchez, en la que fue reelegido con los votos de Bildu, ERC y los siete de Junts. Y los diputados del PSOE de Castilla-La Mancha también avalaron la ley de amnistía, aunque ahora haya sido recurrida por el gobierno castellanomanchego.
Sánchez escucha las palabras de Page con desprecio. Hasta el punto de ridiculizarlas.
Te contaba antes que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha interpuesto un recurso de inconstitucional contra la ley de amnistía. Es la primera comunidad socialista que lo hace. Va a ser la única y se alinea así con las del PP que también van en esta línea.
De la comparecencia de Sánchez hay un detalle que es necesario valorarlo en su justa medida porque da buena cuenta del desprecio que tiene hacia las instituciones del estado.
En lugar de esperar a que los tribunales competentes estudien esos recursos, él ya tiene claro que van a ser rechazados. Como para no confiar en que van a ser rechazados. Sabe que Cándido Conde Pumpido le va a hacer el último trabajo sucio en el Constitucional. Pumpido y el resto de magistrados designados por el PSOE. Pero aunque eso sea así, podía taparse un poquito.
¿Y del caso Begoña qué?
Ni media explicación, y cuando le preguntaron los periodistas por los detalles más concretos, las visitas del empresario Barrabés o el rector de la complutense a Moncloa, la presencia del presidente en alguno de esos encuentros, o las adjudicaciones millonarias a ese empresario, se escudó en que eran preguntas valorativas. No desmiente los hechos, luego no son falsos".