Adiós a Norte, el perro más querido del Pirineo aragonés
Pocos saben cómo llegó a los Pirineos, muchos menos saben por qué se quedó cerca del Aneto. Lo significativo es que hoy todos los que le conocieron lloran su partida
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Pocos saben cómo llegó a los Pirineos, muchos menos saben por qué se quedó cerca del Aneto. Lo significativo es que hoy todos los montañeros, turistas, visitantes y oriundos que le acariciaron alguna vez, a los que acompañó y guio en tantas travesías de montañas, hoy le lloran. Norte, así se llamaba, el perro que durante 21 años ha hecho de guía y compañía a los cientos de visitantes, miles que iban al paraje pirenaico ha muerto.
No era un perro de raza, tampoco era muy grande, más bien tenía patas cortas que se le hundían profundamente en la nieve y de un pelaje negro deslumbrante, el cual destacaba entre la inmensidad blancura de la nieve. Era valiente, era fiel y era aventurero. Norte era el guardián de la montaña, un "sherpa" leal y con un instinto singular: averiguar quien era el débil del grupo y ayudarle, acompañarle durante su travesía por la montaña.
Norte pasaba largas temporadas en el refugio de la Renclusa, en el valle de Benasque, y donde el pasado lunes amaneció ya muerto. Los encargados de dicho refugio han sido los encargados en comunicar precisamente el fallecimiento del perro más querido de Pirineo Aragonés con este mensaje: "Tristemente, nuestro amigo Norte, guardián de las montañas, ya no está con nosotros. Pero permanecerá en nuestro corazón y en el de miles de montañeros que lo han acompañado en sus travesías. Descansa en paz, amigo".
Siempre en los Pirineos, siempre a la sombra del Aneto. Una cosita negra en la inmensa blancura de la nieve. Entre sus dos casas: el refugio de la Renclusa y el Hotel Llanos del hospital, que también ha querido despedirse de Norte: "Gracias, amigo por ser nuestro sherpa durante 21 inviernos. Tu fidelidad, valentía y presencia siempre hacían las aventuras de nuestros montañeros más amenas y seguras. Allá donde iba un montañero, norte le acompañaba. Cuantos tres miles, cuanto kilómetros por la nieve, cuantas caricias y a cuanta gente habrás acompañado. El espíritu de Norte seguirá vivo en Valle de Benasque. Gracias, amigo".
Lo cierto es que su estado de salud era muy delicado desde que, a mitad del pasado invierno, sufriera un ictus que le dejó prácticamente sordo y ciego. Debido a su avanzada edad ya no podía moverse mucho. Sin embargo, se mantuvo hasta el final al pie del cañón. No se sabe a ciencia cierta, pero los más antiguos del lugar cuentan que Norte llegó siendo un cachorrito, procedente del municipio oscense de Chía. Alguien lo abandonó allí, así que Norte podría tener un año más de los que dicen.
Decenas de montañeros han mostrado desde la tarde del lunes su pesar por la noticia, y han compartido decenas de historias muy emotivas con Norte como protagonista. Uno de ellos comentaba que de entre todos los lugares del mundo, Norte parecía que tenía el suyo predestinado. Y allí se quedó.
El montañero y guardia del refugio la Renclusa, Julio Cortés, cuenta que aunque "no se sabe mucho cómo llegó a la zona. La verdad es que no se sabe mucho. Pero sí que se hizo más conocido, sobre todo, por acompañar a muchos montañeros durante toda su vida, hasta que no pudo más". Otra cosa que destaca de norte era el cariño que recibía de la gente desconocida. De hecho, era conocido como el perro más querido del Pirineo Aragonés. Y es que se está hablando de ponerle una placa o de hacer le algún tipo de homenaje. "Se están recolectando firmas", ha confirmado Cortés. Y, parece ser que algo le harán.