El psicólogo Álvaro Bilbao explica lo que no tienes que decir nunca delante de tu hijo: "Pasan miedo"

Hoy te hablamos de una situación incómoda, que se da bastante a menudo en un partido de fútbol, de baloncesto, o en cualquier otra exhibición infantil, o entre chavales jóvenes. Sin embargo, ellos, que deberían ser los protagonistas, dejan de serlo para ceder el testigo a sus padres. Y no precisamente por algo buena.

Hace unos días, ocurrió una pelea que ocurría la semana pasada entre padres en el partido que enfrentó al EFB Ripollet y al Sabadell en la categoría prebenjamines S8 B, es decir, que los niños tenían ocho años. Un padre se lanza literalmente a pegar a otro, enseguida se forma una maraña de gente, algunos intentando separar, otros increpando alrededor, y otros sencillamente avergonzados por la situación. Los niños al margen, mirando el espectáculo.

Situaciones que son demasiado habituales en partidos de categorías inferiores, donde los niños pasan a un segundo plano y los partidos son protagonizados por insultos y peleas entre sus padres.

Un problema entre los padres

Es un problema que no se termina de atajar del todo, porque parece que este es un problema de los padres, y no tanto de los niños. Una situación ajena a los equipos y al deporte en sí mismo, pero tiene poco sentido que un padre que se supone que lleva a su hijo a jugar al fútbol sean esos los valores que le quieren inculcar.

Javier Torres Gómez, formado en la cantera del Getafe y el Real Madrid y lateral derecho del Valladolid entre 1993 y 2005, fundó una Escuela de Padres, precisamente para atajar este problema y sobre todo trabajar mano a mano entre los jugadores y sus padres. Su experiencia es muy positiva, porque se trabajan todas las áreas y siempre, con los padres de la mano.

Al final, liarla o no es una decisión que se puede tomar. Hay situaciones en el juego que pueden parecer injustas, pero si lo pensamos, enfadarse, saltar al campo, y que tu hijo vea que la única solución que se te ocurre es enfrentarte a otro padre, al árbitro o a otro compañero, pues no le va a servir de ejemplo para nada.

El consejo de un psicólogo frente a tus hijos

Con 2 millones de seguidores en Instagram, el nombre de Álvaro Bilbao está directamente ligado a la educación en positivo de los hijos. Es neuropsicólogo y tiene claro que hay que predicar con el ejemplo. Al menos, así nos lo explicaba en Herrera en COPE.

"Lo que me despiertan estas situaciones, la primera mirada que tengo, es al hijo, cómo reacciona cuando ve que el padre está agrediendo o gritando a un chaval, árbitro o entrenador" comienza diciendo.

"Les entra una sensación grande de miedo, se quedan grabadas en su cerebro y tiene dos impactos muy grandes. Por un lado, normalizan esas reacciones, y, por otro, ven cómo una parte normal que les pueda ocurrir a ellos, interiorizan la violencia" expresaba.

Por eso, cuando ve en consulta este tipo de situaciones, les da un consejo a todos esos padres sobre lo que no tienen que hacer. "Lo más importante es que los padres ven que se está activando mucho su nivel de excitación, puede ser buen momento para salir y descansar. Gritar, agredir o estas conductas no merecen la pena y es mejor salir antes de que la cosa vaya a más" explicaba.

"El cerebro tiene dos modos, el cerebro frío, con racionalidad, pero cuando llega a un punto de excitación máxima, no somos capaces de controlarnos. En muchos casos, los problemas de comportamiento es cosa de los padres, lo pasan mal, no solo por gritos, en un partido de baloncesto expulsaron a dos padres y fuera se habían pegado y se escuchaba fuera del campo, el niño pasó un miedo y vergüenza tremenda" sentenciaba.