Ravensbrück, el "infierno" que los nazis usaron para "aniquilar mujeres" y ejercer la violencia sobre ellas
Fermina Cañaveras es la autora de 'El barracón de las mujeres' un libro que narra lo vivido en uno de los campos de concentración más olvidados de Alemania
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"El infierno", así define Fermina Cañaveras el campo de concentración de Ravensbrück, uno de los grandes olvidados.
"Ninguna de las reclusas llamó por su nombre a este campo, ubicado a 90 kilómetros de Berlín, que el ejército nazi decidió utilizar para aniquilar mujeres y ejercer la violencia sistemática de género. Para usarlas como prostitutas y comenzar a mover mujeres a otros campos", comenzaba explicando la escritora que ha pasado por los micrófonos de 'Herrera en COPE' para presentar su libro 'El barracón de las mujeres'.
Fermina ha rescatado la historia de Isadora. En el verano de 1939, cruza la frontera con Francia en busca de su hermano Ignacio, que desaparece durante la Guerra Civil. No consigue dar con él, pero encuentra la resistencia parisina, razón por la que los alemanes la detienen, la violan, torturan y la meten en un vagón de ganado. Una vez en el campo, matan a su madre y a ella la meten en el barracón 26.
El "infierno" en el campo de Ravensbrück
La escritora ha explicado a Alberto Herrera el infierno que vivieron miles de mujeres como Isadora, cómo las reclusas eran marcadas de por vida al llegar al campo y cómo era su día a día allí. Uno de los aspectos más llamativos es la presencia, en el campo, de un doctor que realizaba experimentos, al que llamaban 'el loco'.
"Las mujeres pedían, cada una en lo que creyeran, por favor, no quedarse embarazadas y que el loco no las llevase a los barracones médicos y de experimentación porque ahí tu vida había terminado", explica Cañaveras.
Este médico realizaba todo tipo de barbaridades, "desde coger a las mujeres, a las prostitutas que se quedaban embarazadas, abrirlas para hacerles una cesárea, aunque el embarazo no había terminado, hasta dejarles a los fetos colgando no cortales el cordón umbilical y contar cuánto tardaban en morirse. Amputarles miembros a mujeres vivas para cosérselos a otras".
Escucha la entrevista completa en el siguiente audio.