Así afecta la crisis migratoria a un comercio de Ceuta: "Vendemos al mismo tiempo que se escuchan gritos en el mar"

Durante el fin de semana se ha respirado un ambiente de calma tensa en la frontera de Ceuta con Marruecos, en ese paso del Tarajal, tras el intento de salto masivo de decenas de migrantes frustrado por Marruecos estos días atrás, a lomos de una frontera que desde marzo de 2020 no ha recuperado en absoluto su normalidad.

A pesar de que se prometió la aduana comercial, no ha vuelto a abrirse desde entonces. Cuatro años. Y esto es algo claro que repercute y mucho en la economía local. Nacho Tendero es dueño de varios negocios en Ceuta y explica en La Linterna la situación de los comercios en la ciudad ahora mismo.

El propietario deja claro que siguen "a la espera de que vuelva esto a la normalidad con una frontera segura": "Son ya dos años que nos llevan prometiendo que habría un régimen de viajeros y una aduana que Ceuta nunca tuvo. No sé el acuerdo que tomaría el gobierno después de cambiar opinión con respecto al Sáhara y de todas las movidas diplomáticas que hemos tenido".

"Como buenos comerciantes que son, aprovechan para presionarnos un poquito", confiesa Nacho Tendero a Ángel Expósito, "en Ceuta salimos afectados de cualquier decisión diplomática o internacional que se tome". Pero hasta qué punto afectan a los negocios como los de este propietario en la ciudad autónoma.

Un comercio de Ceuta

Nacho Tendero confiesa que "te podría decir que un 50% de reducción de ventas": "Aquí, cuando había una excepcionalidad del Estado Schengen, entraban todos los días 30.000 personas a buscarse la vida con ese comercio atípico, contrabando, llámalo como quieras, a trabajar a las casas en carpintería, de mecánicos, de lo que fuese".

"También había una clase muy alta y una diferencia muy, muy grande en Marruecos y una clase media emergente que venía a hacer sus compras a Ceuta porque era más barata", señala el propietario, "todo esto nunca volverá, porque ahora con visados es muy difícil, entran muy pocos".

Más allá de la legitimidad de esas compras y cómo Marruecos le puso freno, propietarios como Nacho Tendero se han visto muy afectados: "Nosotros vendíamos como una capital de provincia, ahora estamos manteniéndolo con el comercio interno". "La verdad es que no estamos con la esperanza de que algún día se abra", explica ante las iniciativas fallidas.

Desde Ceuta proponen que "haya un régimen de viajeros donde tú sepas que tú vas a Gibraltar y hay mucha gente del Campo de Gibraltar que echa gasolina en Gibraltar o sabe que puede comprar un cartón de tabaco o una botella de whisky": "Bueno, pues aquí algo parecido. Que nosotros podamos ir allí y sepamos lo que podemos comprar y ellos vengan aquí y sepan lo que puedan comprar".

Así afecta la crisis migratoria

El problema es que continúa ese drama de los saltos a la valla en Ceuta. Nacho Tendero explica que "parece que este agosto habrán dado más visados, porque ha parecido que se recuperaba un poquito el turismo, al mismo tiempo que se escuchan los gritos de la gente ahogándose en el mar".

"Hemos recuperado un poquito el comercio", defiende el propietario a pesar de la situación: "Ayer estábamos escuchando las sirenas de los RS y estaban los marroquíes en familia el día de nacimiento del Profeta, pensábamos que no se iba a vender nada y que la gente iba a estar asustada y con normalidad, pues la gente viene a comprar, es rarísimo".