La operación en 1917 por 25 millones de dólares que puede decantar si Estados Unidos conquista Groenlandia

La imagen de las últimas horas ha sido la de un avión de color negro aterrizando sobre el manto blanco helado de Nuuk, la capital de Groenlandia. En el lateral se puede leer la palabra Trump, y es que el hijo del presidente de Estados Unidos salía del avión saludando como un héroe. Se trata de un viaje realizado por motivos privados, pero en un momento de gran tensión con Dinamarca.

Groenlandia, aunque es casi un país independiente, su política exterior, su defensa aún depende de los daneses. Por su parte, el futuro líder de Washington lleva días insistiendo en la idea de anexionar el territorio, algo que no termina de disgustar a la población de un país que, aunque tiene el tamaño casi de un continente, apenas alberga más de 60.000 ciudadanos en total. Así, para que la misión se produzca, tiene que existir el consentimiento de la población. Pero, ¿cuáles son los flecos legales?

¿Puede legalmente Trump anexionar Groenlandia?

En la Carta de las Naciones Unidas, en el artículo 1.2, y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, explica en La Linterna José Montero, experto en Derecho internacional, se establece en su artículo 1 que “todos los pueblos tienen derecho a la libre determinación”. Por lo cual, añade, se dirá “necesaria la ratificación del pueblo que vive en Groenlandia”.

Es decir, sería necesario para que el país se desembarazase de los europeos, no solamente un referéndum de toda Dinamarca, sino también una ratificación, otro referéndum específico de la gente que vive en Groenlandia.

El acuerdo de 1917 y 25 millones de dólares

No obstante, explica el comunicador de COPE que la idea de que Estados Unidos quiera apropiarse del territorio groenlandés no es nueva. Recuerda Montero en La Linterna que ya lo intentó Trump en 2019 en su primer mandato en la Casa Blanca, y aclara que tampoco ha sido el primer presidente norteamericano en plantear la adquisición de Groenlandia. “La última administración de la Casa Blanca que presentó una oferta fue Dwight Eisenhower en 1960. Además, insiste en que existen aún más antecedentes.

Y, entre todos ellos, el experto en Derecho Internacional ha incidido en que hay que tener en cuenta que en el año 1917 Estados Unidos pagó 25 millones de dólares a la corona danesa por las islas Vírgenes, desde entonces propiedad del país norteamericano y que se encuentran en el Caribe, con “lo cual existe un precedente”.

Además, aclara José Montero en La Linterna que “la Constitución Danesa no establece que no se pueda autodeterminar ese territorio”. De hecho, recuerda, existe un pacto en el que establece para el Groenlandia que se puede autodeterminar, algo clave teniendo en cuenta, como señala un empresario que vive en territorio groenlandés, el sentir de la población respecto a ser parte estadounidense, “es bastante positivo”.