El caso Alfie es un ejemplo de que la ciencia no lo puede todo

Alfie Evans continúa respirando después de que este lunes por la noche se le haya retirado el soporte vital que le mantenía con vida. El pequeño, de 23 meses de edad, padece una enfermedad neurodegenerativa muy grave e incurable que todavía no ha sido diagnosticada. “No tiene nombre esa enfermedad. Es el único niño en el mundo que la padece”.

Los padres del pequeño Alfie han apelado este lunes la prohibición impuesta por el Tribunal Superior de Manchester de trasladar al menor a un hospital en Roma donde podría continuar con su tratamiento. Petición que ha sido rechazada pocas horas después.

El niño fue desconectado de las máquinas el lunes por la noche, después de que los médicos evaluaran su estado como "irreversible". Precisamente esta es una de las claves del caso tal y como ha señalado Alcalde y es que “los médicos no conocen mucho sobre la evolución de este mal. Cualquier decisión que se tome nada en la incertidumbre científica”. 

Este caso ha generado mucha polémica a nivel internacional en muchos ámbitos, también en el científico, “muchos creen que en estos casos la ciencia debe dar un paso al lado y dejar a otras instituciones, estamentos y formas de ver el mundo la decisión, que en este caso son los padres”.

Para Alcalde este es uno de los casos que demuestra que la ciencia no lo puede todo. “Es un caso muy claro de hasta dónde llegan los límites del conocimiento científico. Los científicos no pueden dar respuesta”.

El Gobierno de Italia otorgó el pasado lunes la nacionalidad al bebé en un intento de que el "ser ciudadano italiano permita al niño

el traslado inmediato a Italia", según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país.

También el papa Francisco se ha pronunciado sobre el asunto y ha pedido que se escuche "el sufrimiento" de sus padres y se cumpla "su deseo

de intentar nuevas posibilidades de tratamiento".