El consejo de Rosa a su hijo que le hizo pasar de no querer estudiar a un futuro muy diferente: "Tuvo suerte"

La Linterna pone el foco en el problema de la formación de los alumnos, que podría tener grandes consecuencias a corto plazo en el panorama laboral de nuestro país

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El consejo de Rosa a su hijo Álex que le hizo pasar de no querer estudiar a un futuro muy diferente:

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La educación es un tema que nos preocupa a todos. Cada año vemos a los jóvenes cómo pasan más tiempo en las aulas, en una jornada con muchas más horas, pero no por echar más horas se traduce en mayor rendimiento. Lo dicen los datos: España se ha convertido en líder europeo en abandono escolar.

El sistema de educación actual nunca ha llegado a motivarme a aprender cosas nuevas o a ir a clases con ganas. Siempre era la misma metodología aburrida que se basa en aprender de memoria los temas. En lugar de estudiar de esta manera otros dos años, decidí probar algo nuevo que tuviera que ver con lo que me interesara”. Álex es un chico de 21 años que, cuando terminó la Educación Secundaria Obligatoria, tenía claro que no quería estudiar más. Como él, son muchos los alumnos que se plantean dejarlo, concretamente el 27% de los adolescentes de 16 años no vuelven a formarse. Son cifras del último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

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EFE/Ismael Herrero

“Me metí un grado medio de Instalaciones de Telecomunicaciones y me gustó de principio a fin. Los docentes eran ingenieros que te daban consejos profesionales basados en sus propias experiencias”, describe. El caso de este joven es una excepción en un panorama educativo preocupante. A pesar de no seguir el camino tradicional del bachillerato, eligió continuar su formación. Por otro lado, hay otros estudiantes que hacen lo mínimo posible, lo que a veces se conoce como “Ley del mínimo esfuerzo”. Terminan con titulaciones que no cumplen con los requisitos para encontrar un trabajo y algunos incluso se inscriben en programas de nivel intermedio sin entender completamente sus exigencias: Conozco a mucha gente que ha dejado una FP porque no le ha gustado el ciclo o porque se ha apuntado con el pensamiento de que no va a hacer nada, y eso no es así”.

Álex tuvo suerte porque, en una sociedad donde los ciclos formativos no siempre son bien valorados, ni siquiera dentro de los propios colegios, su familia siempre lo alentó a seguir sus sueños. Así nos lo cuenta su madre, Rosa: “Le animamos a que siguiera estudiando y comenzó a hacer un ciclo medio. Al terminar, quería trabajar, pero nos parecía poco e hizo el ciclo superior de lo mismo que había estudiado”.

“No es que antes no quisiera estudiar"

Es común que muchos opten por los ciclos de Formación Profesional debido a su alta tasa de empleabilidad, que es casi cuatro puntos más alta que la de los estudios universitarios. Esto a menudo se considera una oportunidad para los jóvenes, sin embargo, en casos menos comunes, algunos eligen seguir ampliando su experiencia. Esto es precisamente lo que hizo Álex. Después de completar un grado medio y otro superior, ahora ha comenzado su primer año en la universidad: “Considero que los estudios que he cursado me han preparado para el mundo laboral, pero el afán que tengo por aprender, me ha llevado a estudiar una carrera”.

A pesar de estas cifras preocupantes, hay esperanza. La proporción de jóvenes españoles que ni estudian ni trabajan ha disminuido en comparación con años anteriores. Además, en el ámbito de la educación superior, España no está en mala forma en absoluto. Casi la mitad de los adultos entre 25 y 64 años cuentan con títulos universitarios o de formación profesional avanzada, superando la media de la OCDE y la Unión Europea. Además, casi el 17% de ellos han alcanzado un nivel de máster: “No es que antes no quisiera estudiar, simplemente me gusta estudiar lo que me interesa y lo que creo que se me da bien”.

En un momento en que España trabaja incansablemente por mejorar la educación y reducir las tasas de jóvenes que ni estudian ni trabajan, la historia nos recuerda que el compromiso, el apoyo y la confianza pueden marcar la diferencia en la vida de los estudiantes.

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En nuestro país, 3 de cada 10 jóvenes de entre 25 y 35 años no ha estudiado más allá de la Educación Secundaria Obligatoria, lo que reduce tanto su empleabilidad como su calidad de vida.En esta situación están más de un millón de jóvenes en nuestro país, casi el 27 %, más del doble que la media de la Unión Europea, donde solo el 12 % de los jóvenes no tienen ni un Bachillerato ni una Formación Profesional de grado medio.

¿Cuál es el problema de la FP en España?

La Linterna ha profundizado en el problema de las FP en España, comparándolo con otros países de Europa con la ayuda de Víctor Núñez, profesor de Marketing Educativo en la Universidad UDIMA y director del diario Éxito Educativo.

El experto desvela en La Linterna el principal problema que presentan las FP en España: “El problema está en la comunicación que ha tenido la FP en España. No se ha sabido comunicar a lo largo de los años su importancia en el desarrollo educativo y profesional de los estudiantes. No se ha dado a conocer lo suficiente la formación profesional. No es un problema de oferta en España”.

Alemania, Países Bajos, Noruega... son algunos de los países en los que la FP tiene una gran importancia. Víctor destaca las diferencias con nuestro país: “Son países desarrollados industrialmente. La FP siempre ha estado ligada al desarrollo industrial, lo que ha permitido que haya conexión entre los centros y la industria”.

Solo el 2,4% de los alumnos españoles hace prácticas prolongadas de 7 meses o más. ¿Cómo se puede involucrar a las empresas en el proceso?: “El gran problema es que España es un país de pymes y para poder acoger las prácticas se requiere empresas grandes que puedan permitirse tener tutores. Este es el gran problema. Tendríamos que cambiar el modelo económico y empresarial de nuestro país”.

El profesor rompe una lanza por los alumnos que, para él, son “víctimas de la desinformación. Hay 176 ciclos formativos en FP, esto es complicado manejarlo como orientador, para ellos es más fácil decirles que estudien la carrera relacionada con el tema que les gusta. La oferta de la FP es muy compleja y este es el gran reto de los orientadores”.

Según la OCDE, tan solo un 4% de los jóvenes tiene experiencia laboral de más de 7 meses frente al 28%. Además, también somos el país en el que más jóvenes hay que ni estudian, ni trabajan. Un problema de formación que podría tener grandes consecuencias a corto plazo en el panorama laboral de nuestro país.

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