Melilla, una ciudad española con historia, enclavada en Marruecos

 Es la segunda ciudad con mayor número de edificios modernistas, solo superada por Barcelona.

Alicia García

Publicado el - Actualizado

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Como este próximo martes 17 de septiembre se celebra el Día de Melilla en este espacio que dedicamos a los lugares con Historia de España nos vamos a acercar hasta esta Ciudad Autónoma para conocer más en profundidad su pasado y también aspectos bastante desconocidos de su patrimonio.

Junto con Ceuta, Melilla es uno de los dos enclaves españoles en el norte de África, a orillas del Mediterráneo, en el cabo de Tres Forcas y enclavada en el corazón de la Región del Rif. Es una pequeña pero encantadora y sorprendente ciudad, de apenas 14 kilómetros cuadrados, con una intensísima historia a sus espaldas. El año pasado tenía más de 86.000 personas empadronadas y la llamada población flotante, personas que van y vienen para desarrollar, por ejemplo, actividades comerciales, sería de más de 20.000. Presume de la convivencia ejemplar de sus habitantes, de cuatro religiones diferentes y de sus 522 años ligada a la historia de España.

Los fenicios se instalaron allí, en un lugar llamado Rusadir, que en púnico significa “cabo imponente”. Pasados los siglos, formó parte del imperio cartaginés, luego del romano y también fue parte de la Hispania visigoda. Y, por supuesto, fue conquistada por los musulmanes. Fue invadida por unos y por otros. Por su posición estratégica fue objeto de deseo de muchos.

Corriendo el tiempo, llegamos a un año muy importante: el 1497. El 17 de septiembre, el conquistador Pedro de Estopiñán, emisario del Duque de Medina Sidonia durante el reinado de los Reyes Católicos, conquistó para España la plaza de Melilla. Y se incorpora Melilla a la Corona de Castilla

La auténtica expansión de la ciudad se produce a partir del siglo XIX, cuando la población comenzó a crecer y Melilla se extendió más allá de las murallas que componen la vieja ciudadela. En 1862, a partir del Tratado de Límites, se establece la superficie de Melilla a partir del proyectil de un cañón, llamado Caminante, que fue disparado desde el Fuerte de la Victoria Chica.

Melilla tiene mil tesoros, fruto de ese rico pasado. Nos podemos destacar Melilla “la Vieja” o “El Pueblo” como dicen allí, y que ahora muchos conocen como la Ciudadela, comprende el recinto fortificado que comenzó a construirse en el siglo XV sobre la roca que sirvió de asiento a la antigua Rusadir de fenicios y romanos. Melilla La Vieja, soberbia fortaleza, es Conjunto Histórico- Artístico. Sus piedras guardan siglos de historia. Es una auténtica joya en el Mediterráneo.

Para muchos de nosotros Melilla sigue siendo una gran desconocida. Por ejemplo, quizá no es muy conocida fuera de allí la riqueza modernista que invade sus calles. Es la segunda ciudad con mayor número de edificios modernistas, solo superada por Barcelona.

Y, por supuesto, Melilla hace gala también de su patrimonio inmaterial, de esa convivencia intercultural de cuatro religiones: cristiana, musulmana, judía e hindú.

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