La imparable subida del precio de la gasolina: ¿Por qué sigue creciendo?
Las claves de la situación actual en la que la gasolina alcanza el precio más alto de la historia por segunda semana consecutiva

La imparable subida del precio de la gasolina: ¿Por qué sigue subiendo?
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Todos los días actualizamos los precios de la luz, pero estamos viviendo unos meses en los que la electricidad ya no es la única protagonista, ahora comparte escenario con la gasolina. Los combustibles fósiles no han parado de subir desde mediados de 2021. De hecho, la gasolina vale un 25% más que hace un año, ahora la pagamos a una media de 1,55 euros el litro, cuando hace un año era de 1,22. El diésel no se queda atrás, ha aumentado un 28,6%, pasando de 1,106 a 1,422 en los últimos 12 meses.
Y si rizamos el rizo, estamos viendo unos precios que no se alcanzaban desde 2013, un año en el que la gasolina tocó máximos histórico, hasta ahora. Entonces llega la pregunta del millón ¿Por qué? ¿Por qué esta subida incesante subida? Nos lo ha contado en COPE la profesora de Economía Ana Isabel Jiménez, de la Universidad Oberta de Cataluña: "Tenemos una fuerte imposición en cuanto a impuestos sobre la gasolina y el precio de la materia prima ha subido bastante. Esto se debe, básicamente, a un problema de oferta y demanda."
Oyendo esto es posible que surja una nueva duda. ¿Dónde va cada euro de gasolina o diésel que echo en el depósito? Pues la gran mayoría va a las arcas del estado. Tanto en gasolina como en diésel cada euro que gastamos se distribuye más o menos igual, casi la mitad va para impuestos. Juan Luis Santos es profesor de Economía de la Universidad CEU San Pablo, explica por qué siguen subiendo: "Algo menos de la mitad que pagamos es para impuestos. La gasolina está agravada tanto con IVA como con el impuesto especial de hidrocarburos y la otra mitad va para pagar a los productores de petróleo, costes de transportes, costes de refino y a la distribución en gasolineras"
Por el momento, como solución temporal están las gasolineras de bajo precio, que ofertan el crudo a casi medio euro menos dependiendo de la zona. Por el momento, no parece que vaya a haber cambios que nos ayuden a mejorar la situación actual, o por lo menos no a largo plazo.