El imprescindible trabajo que realiza Álvaro, un voluntario en Valencia que llega desde Málaga a ayudar: “Se te cruza el cable”
Son miles los voluntarios que llegan a Valencia desde toda España con el único propósito de ayudar
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Casi una semana después de las intensas lluvias provocadas por la DANA a su paso por España y que ya se han cobrado la vida de más de 200 personas, las consecuencias, especialmente en la provincia de Valencia, ha sido devastadora. Son numerosas las localidades que siguen anegadas debido a la acumulación de lodo, basura, coches que se llevó el agua...
Es mucha la gente que lo ha perdido todo, su casa y su negocio, su vida. El panorama es desolador, muchos lugares parecen un escenario de guerra y serán muchos los días que se necesitan para limpiar todo, y meses o años para que la gente recupere su vida tal y como era hace tan solo una semana.
La ayuda por parte de las administraciones tarda en llegar, aunque los voluntarios que quieren ayudar a los valencianos salen de todos los puntos de España. Miles de personas se agolpaban este fin de semana en la Ciudad de las Artes y las Ciencias con un único propósito, AYUDAR. Además, quien no puede ir físicamente, prácticamente en cualquier ciudad de España e incluso del extranjero hay puntos de recogida para enviar cualquier tipo de ayuda, ya sea comida, productos de higiene y limpieza, cubos y palas para retirar el barro...
Voluntarios
Álvaro es una de esas miles de personas que se han desplazado a Valencia desde muchos puntos de España. En su caso, ha recorrido más de 400 kilómetros desde su ciudad, Torre del Mar. Él, junto a otras 12 personas y en una iniciativa completamente privada han cogido todo lo que han podido y se han puesto con una carpa a cocinar si parar en la calle para entregar comida caliente a todo el que lo necesite, que son muchos.
“De repente estás durmiendo por la noche y se te cruza el cable positivo con el negativo en el cerebro y dices, tengo que ayudar”, afirma Álvaro. Además, la mayoría de la gente allí no tiene nada, llevan días comiendo poco y alimentos fríos. La comida que llega enviada por voluntarios hay que cocinarla, y aquí no hay donde hacerlo salvo que gente como estas 12 personas de Málaga lleguen con fuegos y cacerolas para hacerlo.
No paran de cocinar
Son miles de personas las que necesitan ayuda. “Tenemos 3 cacerolas que cada una da como mucho 50 raciones, es cocinar sin parar”, dice uno de los voluntarios que viaja con Álvaro. Ya han cocinado legumbres, macarrones, carne... porque es importante que ha gente pueda acceder a comida caliente.