Fernando de Haro: "La crisis del covid es ya más dañina que la gran recesión que vivimos entre 2009 y 2013"
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Este es uno de los bulos que ha estado circulando por las redes sociales, especialmente en Facebook. Un bulo que decía una mentira como un sistema solar de grande: que según la NASA un asteroide podía impactar en la Tierra. Lo que ha dicho la NASA es justo lo contrario: el asteroide, que existe, tiene poquísimas probabilidades de impactar en la teoría, casi nulas. Es un ejemplo más de lo poco fiables que son las redes sociales, en muchas ocasiones, para informarse.
Afortunadamente, según un estudio de la Universidad de Cambridge, en la mayoría de los países desarrollados creemos más a nuestros políticos de lo que creemos los mensajes en redes sociales. Pero España y Japón son dos excepciones. En Japón creen más a las redes sociales que a los políticos y en España Pedro Sánchez y las redes sociales están casi a la par de credibilidad cuando hablan del Covid. Esto tiene pero tiene un lado bueno. No nos fiamos del Gobierno pero somos de los países con más vacunados. En muchos países la desconfianza hacia el Gobierno, implica desconfianza hacia las vacunas. Aquí en España sabemos distinguir, mantenemos la capacidad crítica: no nos fiamos del Gobierno pero nos fiamos de la ciencia.
Esperemos que esa capacidad de distinguir se mantengan. Pero hay un dato del Infome Foessa, la fundación de Cáritas, que al leerlo me ha llamado la atención y que me ha hecho temer que eso también se puede estropear. Foessa ha presentado hoy un informe que muestra los efectos desastrosos de la crisis. Todo el mundo debería leerlo, en seguida voy con el aumento de la pobreza. Pero me ha llamado la atención que el nforme diga que la pandemia ha acelarado el deterioro de las relaciones sociales y el aislamiento. Si nos quedamos solos tendremos menos capacidad crítica, menos capacidad de identificar bulos. La crisis del covid es ya más dañina que la crisis que llamamos la gran recesión: la que nos sacudió entre 2009 y 2013.
En muy poco tiempo hay dos millones de personas más que sufren exclusión social, es decir que son pobres: 11 millones de personas en España sufren pobreza y seis millones son pobres de solemnidad. Abre las carnes la situación de los jóvenes. Casi tres millones de jóvenes entre 16 y 34 años sufren exclusión, son pobres. Tienen, sobre todo, problemas de trabajo y de vivienda. Hoy el Gobierno ha intentado remediar un poco lo de la vivienda aprobando un bono de alquiler para los más jóvenes. En otros países han hecho lo mismo y ha subido el precio del alquiler. El Gobierno ha intentado de alguna manera resolver el problema de esta pobreza ceciente con el Ingreso Mínimo Vital, pero a muchos le ha pasado como a Fernando.
Dice Foessa que la medida tiene una cobertura insuficiente, no alcanza a determinados colectivos vulnerables y plantea condiciones de acceso injustas y de difícil cumplimiento para algunas de las familias y personas que más lo necesitan. Poco margen deja el informe para el triunfalismo político, pero ojo tampoco para el trinfalismo social.