Cómo ser humorista en Venezuela, un país en el que hay pocos motivos para sonreír
"El humor ayuda a superar esa tragedia. Nos da una distancia del dolor", explica el monologuista venezolano Ricardo del Búfalo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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¿Puede haber humor en tiempos oscuros? El pueblo venezolano en su drama diario de escasez y caos político, ha aprendido a sobrevivir y esperando un cambio tantas veces anunciado, pero que no termina de llegar. En los últimos meses, desde fuera del país, la sensación es que existe una calma tensa pero no hay soluciones, y Maduro sigue instalado en el poder.
Este martes en 'La Tarde' en COPE, el actor, locutor, comediante y profesor venezolano, José Rafael Briceño, explica como está la situación en el país latinoamericano. "Después de hacer mi programa de radio y leer algunas noticias, te enteras que muchos jugadores de béisbol americanos que venían a jugar aquí van a dejar de hacerlo. Y también que jugadores venezolanos iban a irse de los equipos nacionales. A raíz de estas noticias, el vicepresidente del partido socialista de Venezuela, Diosdado Cabello, dijo que iban a tener que ser ellos los que jugaran para sustituir a los profesionales. Es muy díficil no tomar enserio las palabras del vicepresidente porque, aunque en la totalidad del discurso parezca una broma, puede no serlo".
Aún así aparecen jóvenes que quieren hacer reír a la gente venezolana que está sufriendo. Es el caso del monologuista Ricardo del Búfalo, que cuenta en 'La Tarde' en COPE cómo hacen humor en estos tiempos tan complicados. "El humor es cada vez menos libre en Venezuela. Está más censurado. Por ejemplo, a Emilio Lobera, que es un monologuista muy conocido, le cerraron una presentación alegando que no había habido reportes tributarios en el año. Pero en el fondo es una persecución porque él es muy crítico del gobierno. Incluso en la radio y en los medios de comunicación hay una fuerte censura. Cada vez que uno dice una palabra que ellos no quieren que digas puedes tener problemas".
"El humor ayuda a superar esa tragedia. Nos da una distancia del dolor. No es algo solamente de los venezolanos, sino de la condición humana. Porque la risa es un analgésico, una pequeña anestesia a algo que te causa mucho dolor. Hay mucho material de dónde sacar porque en Venezuela ahora mismo hay mucho dolor", explica el monologuista Ricardo.
"Es más fácil hacer humor en teatros pequeños o recintos más reducidos. De todas maneras sigue siendo peligroso debido a que nunca sabes quién te está viendo o si alguien te puede estar grabando para subirlo a las redes sociales. Hay que medir mucho las palabras y si uno tiene pensado criticar algo debe hacerlo de una manera muy abstracta. Criticar a las figuras políticas más notables es algo peligroso y yo trato de no hacerlo o rebajarlo en la medida de lo posible", explica Ricardo del Búfalo.
"Uno de los mecanismos más útiles para "saltar" la censura es utilizar analogías o paralelismos para hacer referencia a los temas más controvertidos. Otra manera es utilizar las redes sociales, porque el gobierno no tiene la obligación de censurar en las redes sociales, debido a que ya ha censurado el acceso a la red. En estos momentos sólo 4 de cada 10 personas tienen acceso a Internet en Venezuela de manera regular", concluye el profesor José Rafael Briceño.