El doctor Estruch: "Lo de cambiar el bocadillo de chorizo a los trabajadores ha llamado mucho la atención"

¿Sigues tomando el mítico bocadillo de chorizo o mortadela? En una empresa de automóviles han hecho un experimento con 600 trabajadores que se dividieron en dos grupos de 300. Una parte pudo continuar tomando su bocadillo de chorizo, panceta o lo que le apeteciese para ese día. Pero en el otro grupo se sustituyó este bocadillo por alimentos más sanos como el pan integral con hummus, sardina o aguacate, y medio año después... los resultados se han notado.

Por eso queremos conocer como ha evolucionado a nivel cardiovascular, a nivel mental... y también como se han adaptado a la nueva dieta aquellos que han llevado una alimentación más saludable.

Ramón Estruch, doctor del Hospital Clínic de Barcelona ha explicado en La Tarde de COPE: “El objetivo del proyecto era cambiar el estilo de vida de la población natural, a ver realmente si haciendo una intervención en la empresa se podía conseguir mejorar los hábitos de salud de este grupo de población de mediana edad que son los trabajadores”.

“La idea era cambiar el estilo de vida y unos patrones de alimentación. Para ello, utilizamos unos señuelos y uno es cambiar el bocadillo, también les dábamos aceite de oliva y frutos secos aparte de consejos sobre productos que debían consumir y cómo hacer las cesta de la compra. Lo del bocadillo os ha llamado mucho la atención tanto a vosotros como a los trabajadores”, añade el doctor.

El doctor Estruch explica que es un tema de frecuencias, el bocadillo de chorizo y el de jamón están muy buenos pero él considera que si lo tomás cada día no es lo más recomendable. Si es un bocadillo de chorizo de vez en cuando se disfrutará más y será más óptimo para la salud.

“A mí me sorprendió que el grupo de control con solo estar en el estudio y con los folletos también mejoraron su patrón de alimentación”, comenta Estruch.

Ramón Estruch: "Vimos una mejora en el nivel metábolico, disminución del peso, del riesgo cardiovascular y de la cintura"

“Lo que vimos más fue a nivel de peso corporal, bajó el riesgo cardiovascular, hubo una disminución del perímetro de la cintura y bajaba el tipo de grasa que son los trigliceridos. Además mejoró el aspecto metabólico que ahora se le da mucha relevancia”, concluye Ramón Estruch.