La dura decisión del párroco de Benamargosa, en Málaga, cuando el agua cubría más de un metro de su iglesia: "Me quedé con Él"
El sacerdote Carlos Samuel Córdoba ha compartido en 'Mediodía COPE' cómo vivió la inundación de la parroquia de la Encarnación de Benamargosa y en qué situación se encuentra casi 24 horas después
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Carlos Samuel Córdoba tomó posesión de la parroquia de la Encarnación de Benamargosa el pasado 28 de octubre. Entonces no podía imaginar que su iglesia quedaría inundada después del temporal que ha azotado a la provincia de Málaga, que ha castigado particularmente a la localidad.
Buena parte de los locales de Benamargosa han quedado arrasados por el desbordamiento del río. Desde primera hora de la mañana los vecinos trabajan achicando agua y arrimando el hombro como pueden. También en el templo de la localidad.
Carlos Samuel Córdoba ha relatado en COPE que la inundación de la iglesia comenzó durante la tarde: “Intentamos entrar pero no podíamos y, cuando logramos abrirla, nos encontramos que el confesionario y los bancos obstaculizaban el paso de la puerta principal y estaba todo tirado por el suelo, había subido más de un metro el agua”, ha explicado.
Por suerte no ha habido que lamentar daños personales como consecuencia de las fuertes lluvias. Minutos antes, el párroco envió por Whatsapp un comunicado en el que se cancelaba la Eucaristía por precaución: “Estábamos en alerta roja pero no pensamos nunca la dimensión que iba a traer”, ha puntualizado en COPE.
El rescate del santísimo, prioridad para el párroco de la Encarnación
Pero al acceder en el interior del templo, el sacerdote tenía su mirada puesta en el santísimo, por lo que accedió a la sacristía, donde el agua le llegaba casi por las rodillas, para rescatarla: “Luego empezó a llover otras vez, la Guardia Civil nos sacó y esta mañana, a primera hora, estaba en la iglesia”.
Desde las ocho de la mañana, Carlos Samuel está limpiando el interior de la Encarnación junto a un grupo de voluntarios y de los pueblos de alrededor: “Estamos con labores de limpieza no solo en la parroquia, hay otros lugares del pueblo con pérdida total, los bancos, peluquerías, bares... Ha sido una cosa grande que no esperábamos. Nos quedamos sorprendidos”, ha asegurado.
Pese a que están siendo horas muy complicadas, Carlos Samuel muestra su confianza en Dios y apela a levantarse tras este varapalo: “Hay que seguir adelante con esperanza, confiando en el Señor. La respuesta la he visto patente porque anoche me acosté pensando qué haría hoy, cómo arrancar y el Señor nos da los pasos”, ha expresado.
El estado de la parroquia un día después de la inundación
Durante la mañana de este jueves, las tareas de limpieza se han centrado en extraer el barro del interior del templo: “Con una bomba estamos sacando el agua que todavía hay en la sacristía”.
Mientras tanto, los asientos, confesionario, ambones o altares están en la calle: “Cuando la iglesia esté medio limpia los limpiaremos un poco y los meteremos en la parroquia. Esto llevará tiempo, en un día no terminamos”, ha precisado.
En este sentido, el párroco de la Encarnación de Benamargosa ha comentado que lo primero que hizo fue extraer el santísimo del sagrario: “Me lo traje a mi casa. No podíamos salir a la calle y me quedé con él haciendo oración y pidiendo al Señor que nos ilumine”, ha contado.