"Hemos escuchado a un hombre que huye, que huye de su responsabilidad política y presupuestaria en un momento crítico de Europa"

Vengo del Congreso de los diputados, donde a esta hora se sigue celebrando el esperadísimo pleno sobre defensa. El presidente del Gobierno debía comparecer hoy para explicarnos a todos cuáles son sus planes para cumplir con el aumento del gasto militar que nos exige la OTAN. Y efectivamente nos ha explicado su plan: su plan es que no tiene ningún plan. Tres cuartos de hora se ha pasado haciendo cantos al europeísmo, a la necesidad de que Europa despierte y se haga cargo de la amenaza del imperialismo ruso, pero a la hora de concretar -o sea, de hablar de pasta-, no ha dicho nada. Ni calendario ni cifras ni procedimientos de financiación ni socios. No tiene nada. Y no puede ofrecer un plan de rearme porque su Gobierno caería. Todavía debe de estar Ione Belarra llamándole “señor de la guerra”.

Mira, es imposible contentar a la vez a la extrema izquierda y a Ursula von der Leyen. A ver, tampoco esperábamos que Pedro Sánchez subiese hoy a la tribuna y anunciase la creación de la División Roja, remedando la División Azul de Franco, para enviarla a combatir con la coalición de voluntarios de Macron y Starmer. Pero es que el único anuncio que ha hecho es que viaja a China y Vietnam. Cosa que ya sabíamos. Ya sabíamos que lo que le guste es viajar, sobre todo cuando se le acumulan los problemas en casa.

Pero algo ha dicho el presidente. Su plan para parar a Putin es ahogarlo en algoritmos. Mucha inversión en tecnología, mucha igualdad, mucha agenda verde y mucha cooperación y desarrollo. O sea el plan militar de Pedro es más o menos un antivirus. Seguro que con eso doña Úrsula se conforma y los batallones rusos se repliegan hasta los Urales.

Se hará sin tocar un céntimo del gasto social o ambiental. Parece cosa de magia; pero no será magia: serán nuestros impuestos"

Jorge Bustos

Copresentador de 'Mediodía COPE'

Mira, a quien hemos escuchado esta mañana es a un hombre que huye. Que huye de su responsabilidad política y presupuestaria en un momento crítico de Europa. Los países del norte, del centro y del este de Europa que están aumentando su gasto militar a costa del gasto social -como le recordó en público el primer ministro de Finlandia- se niegan a pagar a escote los compromisos de España, que es lo que va suplicando Pedro por las cortes europeas. Pero le han dado un portazo: no habrá ni deuda mancomunada ni transferencias a fondo perdido. El procedimiento reglamentario se llama presupuestos generales del Estado. Pero Pedro tampoco tiene de eso.

Cualquier economista sabe -incluso uno que haya plagiado su tesis- que llegar al 2% del PIB en defensa comportará necesariamente recortes en otros ámbitos. Pero Sánchez ha afirmado rotundamente esta mañana que este esfuerzo adicional en seguridad no se hará en detrimento del Estado de bienestar mientras él sea presidente. O sea que se hará sin tocar un céntimo del gasto social o ambiental. Parece cosa de magia; pero no será magia: serán nuestros impuestos".