Un vecino de Valencia revela qué pasará con las naranjas tras la tragedia de la DANA: "Para el año que viene"
Roberto explica a Carlos Moreno 'El Pulpo' que "la mayoría de cosecha", que empezaba a partir del día 15, "se vaya toda la basura", pero no solo se queda ahí en su vaticinio
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La reciente DANA que ha azotado a Valencia ha dejado a su paso una estela de destrucción que no solo afecta a la infraestructura y a las viviendas, sino también a uno de los pilares de la economía local: la producción de naranjas. Roberto, un vecino de Valencia, compartió su análisis sobre las consecuencias que esta tragedia tendrá sobre la cosecha de este año y el impacto a largo plazo en las cosechas futuras.
Durante una conversación con Carlos Moreno 'El Pulpo', en Poniendo las Calles, Roberto describió la situación con un tono de preocupación, reflejando la realidad de muchos agricultores de la zona. “La mayoría de la cosecha que empezaba a partir del día 15 se va a perder”, advirtió. Esta afirmación es preocupante, considerando que la cosecha de naranjas es un evento crucial para muchos productores y para la economía valenciana en general.
La inundación ha provocado que, debido a la cantidad de agua acumulada y la alta humedad, las naranjas se vean afectadas de manera irreversible. Roberto explicó que muchas de las frutas que deberían estar sanas en esta época ya están comenzando a pudrirse.
"Las naranjas de abajo estarán ya, ahora se estarán pudriendo", dijo, enfatizando la gravedad de la situación. Este tipo de pérdida no solo representa un golpe financiero para los agricultores, sino que también puede impactar a la cadena de suministro que depende de la producción local.
Qué pasará con las naranjas
Sin embargo, el efecto de la DANA no se limitará solo a la cosecha de este año. Roberto destacó que la lluvia y la inundación también tendrán repercusiones para el año siguiente. “El árbol lo nota”, afirmó, indicando que la salud de los árboles frutales puede verse comprometida por el estrés hídrico que han sufrido. Esto implica que la producción de naranjas el próximo año también podría verse reducida, creando un ciclo de dificultades para los agricultores.
Además de las naranjas, Roberto mencionó que otras frutas, verduras y hortalizas también se han visto afectadas por la inundación. La pérdida de productos agrícolas no solo afectará a los agricultores, sino también a los consumidores, quienes podrían experimentar un aumento en los precios debido a la disminución de la oferta.
A pesar de la desolación que rodea la situación, Roberto también expresó su gratitud por la solidaridad mostrada por la comunidad valenciana y el resto del país. Destacó la increíble respuesta de los ciudadanos, quienes han unido fuerzas para ayudar a los afectados. “Es impresionante lo que se está viviendo en Valencia a nivel ciudadano”, afirmó, subrayando la voluntad de las personas de salir a ayudar a sus vecinos.
La conexión emocional de Roberto con su comunidad es evidente. Habla con admiración sobre cómo la gente se ha movilizado, desde aquellos que se ofrecen a ayudar en las labores de limpieza hasta los que han llegado desde otras partes de España para brindar su apoyo. Este sentido de unidad es un bálsamo en medio de la tragedia y un recordatorio del espíritu resiliente de los valencianos.
La tragedia de la DANA
Sin embargo, la realidad económica que enfrentan los agricultores de naranjas es innegable y preocupante. Con el avance del tiempo, la comunidad deberá buscar maneras de recuperarse de estas pérdidas, tanto a nivel emocional como financiero. La recuperación no será fácil y requerirá apoyo, recursos y planificación a largo plazo.
En conclusión, la devastación causada por la DANA en Valencia ha planteado un futuro incierto para la producción de naranjas. Mientras los vecinos se unen para reconstruir y ayudar a los afectados, los agricultores se preparan para afrontar las consecuencias de una cosecha perdida y el impacto que esto tendrá en el futuro. La resiliencia de la comunidad y su capacidad de adaptarse a la adversidad serán fundamentales en los meses venideros, pero el camino hacia la recuperación será, sin duda, un reto significativo.