La clave para que tus hijos no tengan problemas de sueño en la vuelta al cole: "Nos da felicidad"
La neuróloga, Celia García Malo, explica en qué consiste la angustia que suponen las pesadillas veraniegas que, aunque el período estival se acaba, pueden seguir
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El verano va llegando a su fin. Este año, además, hemos tenido olas de calor que han hecho que algunos días fueran como un mal sueño. Las altas temperaturas nos impiden dormir bien y claro, eso a veces se traduce en insomnio o también en duermevelas que traen consigo las pesadillas veraniegas. A medida que el calor aumenta, parece que nuestros sueños se sumergen en un círculo de temores y preguntas sin respuestas. Se sabe que en esta época tenemos sueños más cortos y menos controlados. En 'Poniendo las Calles' nos fijamos en estas experiencias que pueden acompañar también a los más pequeños.
Los padres quieren saber cuántas horas de sueño se les recomienda a los bebés, a los niños pequeños, a los niños en edad escolar y a los adolescentes. Aunque es cierto que las necesidades del sueño varían de persona a persona, existen pautas razonables y basadas en la ciencia para ayudarlo a determinar si su niño duerme lo suficiente para desarrollarse bien, para aprender y jugar. Se establece que los bebés de 4 a 12 meses deben descansar de 12 a 16 horas, los pequeños de 1 a 2 años, entre 11 y 14 horas, los preescolares de 3 a 5, entre 10 y 13 horas, los de 6 a 12 años, entre 9 y 12 horas, y los de 13 a 18, entre 8 y 10 horas.
El fin de la siesta en torno a los 4 años marca un hito. El fin de la siesta a veces provoca, temporalmente, el encadenamiento nocturno de dos ciclos de sueño lento que pueden favorecer la aparición de terrores nocturnos. Indican que si sobre las cinco o las seis de la tarde, se muestra agresivo, caprichoso o muy agitado, es que necesita la siesta aun a esa edad. Los niños se expresan mejor y, por tanto, comunica mejor sus angustias, sus miedos, sobre todo a la hora de irse a la cama. Además, el sueño es un proceso evolutivo y, como otros aprendizajes, se adquiere con el paso del tiempo.
La vuelta al cole
A pesar de que las alteraciones emocionales producto de la vuelta al colegio pueden deparar consecuencias más graves en los niños, la realidad es que el cansancio es el principal enemigo de los peques en los primeros días de rodaje en el centro de enseñanza. Lo más probable es que durante las últimas semanas no se hayan levantado a las 7 de la mañana. Y ahora toca hacerlo cinco días a la semana. La neuróloga, Celia García Malo, explica qué efectos puede tener esta circunstancia a la hora de ir a dormir en 'Poniendo las Calles' con Carlos Moreno 'El Pulpo'.
Para sortear este cansancio de la mejor manera posible conviene adaptar el patrón de sueño en los días previos al inicio escolar, de forma que para el peque el cambio sea menos brusco. Tampoco viene mal reducir en la medida de lo posible las actividades extraescolares en los primeros días, para que el peque coja ritmo poco a poco. Así como nosotros nos irritamos fácilmente por tener menos horas de descanso de las recomendadas en la vuelta al trabajo, los niños también se alteran por la excesiva carga lectiva de los primeros días de cole.