Un joven de Madrid llega a un pueblo de Cantabria y transforma la venta ambulante: "Le decía que no valía"
Vicente es un oyente habitual de Poniendo las Calles y le cuenta a Carlos Moreno 'El Pulpo' el gran cambio que vivió en su empresa particular
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Las funciones esenciales de la radio son las de informar y entretener. Y cuando esto se hace bien, hay una tercera función que va intrínseca y es la de acompañar. La gran mayoría de los que escuchan Poniendo las Calles soléis destacar este hecho y no podemos dejar de agradeceros que nos elijáis como compañía.
No paramos de sorprendernos con la cantidad de personas que hay en esta comunidad y la variedad de cosas que hacéis. Por eso este lunes pasó por el programa un ponedor que se dedica a la venta ambulante y que es fácil comprobar que disfruta con su trabajo viendo sus redes sociales.
Vicente nos atendió "preparado para ir a la capital Lebaniega, a Potes, que tenemos el mercado allí".
Este vendedor ambulante pone las calles "todos los lunes a las 04:00 horas": "Ya está refrescando, pero lo que tenemos es la ilusión de afrontar cada día". Triunfa con "el pan", porque "cada día hay más gente que quiere comer natural": "Tenemos un pan de dátil con nueces y almendras totalmente natural que la gente lo usa como barritas energéticas o, incluso, pues mira para cuando no quieres cenar mucho". Pero tiene otro producto estrella.
¿Qué tienen sus avellanas?
"Nuestro producto estrella, que es a lo que a lo que hemos llegado después de los años, a recuperar el sabor de la avellana auténtica que se puso de moda allá por los 70, en las romerías de Cantabria".
Vicente explica en 'Poniendo las Calles' que el secreto: "La damos con un golpe que va rajada y hemos conseguido tener el auténtico sabor, tanto es así que la estamos mandando a toda España, pero sin conocimiento. En la vida nos había pasado esto". La clave está en que casi todos sus productos son "nacionales".
Vicente explica que "no es porque quiera barrer para casa, es que el producto nacional nuestro es diferente, tanto en el encurtido, como en el fruto seco". Este ponedor de calles le reveló a Carlos Moreno 'El Pulpo' que "empezó como pastelero", pero que sigue con muchos "proyectos en la cabeza": "Me ha llegado una fecha que es que me gustaría tener 30 años más por delante. Mucha gente, además, tiene la manía de decirte: ¿Qué? ¿Pero cuándo te vas a jubilar? Y digo, que yo no me voy a jubilar nunca, que esto es mi hobby".
El momento del cambio
"Mira, esto de Instagram llega a mi mano por medio de un paisano tuyo, precisamente, de un chaval de Madrid", explica a Carlos Moreno 'El Pulpo', "que se instala precisamente aquí en Potes, vino de la mano de otros tenderos": "Un día se presentó y me dijo: oye, te quiero llevar este tema. Y yo digo: pues esto yo no sé qué es, pero bueno. Esto fue hace dos años o un poco más. Yo la virtud que he tenido siempre es que nunca me ha gustado decir que no a nada y siempre estaba bromeando con él. Le decía: esto no vale para nada.
"Ahora", reconoce, "esto del Instagram me está acercando a la gente de una manera que nunca en la vida lo había pensado". Vicente explica que "viene gente a conocerme", hasta el punto de que "unas mozas y unos mozucos que vinieron encantados sacándose una foto conmigo": "Pulpo, nunca en la vida me lo imaginé". Explica que les decía: "Pero bueno, ¿qué veis en mí?". Desde entonces, su comunicación es clave: "Es muy difícil. Hay veces que hasta la mujer me ha dicho: ¿Otra vez estás con el teléfono? Pero yo contesto, yo no me canso porque lo que yo he conseguido no es para despreciarlo".