La odisea de 1.200 kilómetros de un deportista de élite para dar visibilidad a la ELA: "Un homenaje"

Carlos Moreno "El Pulpo" ha podido hablar con Mikel Osa, quien ha realizado un un reto asombroso para dar visibilidad a una enfermedad tan cruel como lo es la ELA

La odisea de 1.200 kilómetros de un deportista de élite para dar visibilidad a la ELA: "Un homenaje"

Redacción Poniendo Las Calles

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Todos nos hemos llegado a poner retos alguna vez en la vida. Correr una maratón, perder peso, dejar de fumar... Los llamamos propósitos a la mayoría de ellos, sobre todo cuando iniciamos el año, pero son retos que cuestan afrontarlos y superarlos. De hecho, y aunque suene a tópico deportivo, la vida en sí es un reto.

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La odisea de 1.200 kilómetros de un deportista de élite para dar visibilidad a la ELA: Un homenaje

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Esta noche, en Poniendo las Calles, Carlos Moreno "El Pulpo" ha charlado con Mikel Osa. Él ha cumplido un reto mayúsculo por una muy buena causa. Su amigo, Eleder, enfermó de Esclerosis Lateral Amiotrófica, la ELA, y tuvo que dejar el deporte. Sin embargo, Mikel asumió el relevo e hizo una prueba única y durísima que nos ha contado en el programa de hoy.

La ELA, una enfermedad muy cruel

La ELA es una enfermedad de las denominadas neuromusculares, que afecta al sistema nervioso central y se caracterizada por una degeneración progresiva de las neuronas motoras en la corteza cerebral, tronco del encéfalo y médula espinal, lo cual provoca una debilidad muscular que puede avanzar hasta la parálisis, extendiéndose de unas regiones corporales a otras.

Desde hace años, son muchas la familias que luchan cada día para que esta enfermedad rara, que aún no tiene cura, tenga visibilidad en la sociedad y cuente con el mayor apoyo posible para su investigación, con el deseo de poder hallar una cura o, al menos, un tratamiento que ayude a detenerla.

Las personas que padecen esta enfermedad, ven amenazadas su autonomía motora, la comunicación oral, la deglución, e incluso la respiración. Por otro lado, se mantienen intactos los sentidos, el intelecto y los músculos de los ojos. Esto hace que el paciente sea, en todo momento, consciente de lo que pasa a su alrededor, mientras necesita cada vez más ayuda para realizar las actividades de la vida diaria, volviéndose más dependiente.

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El homenaje de MIkel

Esta es una historia de las que pellizcan el corazón. Por el entusiasmo, por el tesón, y, sobre todo, porque es la historia de una amistad. Cada uno lucha y apoya a los demás como puede. En su caso decidió ayudar a la visibilidad de la ELA para que se avance, para que sea contemplada desde el punto de vista político, para que haya más investigación y para que los enfermos puedan tener los tratamientos adecuados sin que importe su situación económica.

Pero, ¿cómo fue su aventura? Así se lo ha contado Mikel Osa a Carlos Moreno "El Pulpo": "Yo soy de Ondárroa, de Bizkaia, y llevo toda la vida haciendo deporte, en concreto triatlón. Y tenía un amiguito en Bilbao que era bombero y le pilló la enfermedad del ELA".

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Eleder, su amigo, era también triatleta, y Mikel lo hizo por él: "Falleció por culpa de esta enfermedad y por solidaridad hacia él y a los enfermos del ELA decidí hacer un homenaje. La idea era salir en bicicleta desde Ondárroa y acabar en Málaga. Vamos, recorrerme toda España. Allí tengo a todos los amigos porque es donde yo veraneo".

Y este reto lo cumplió a la perfección, porque recorrió en marzo esos 1.200 kilómetros, en 6 etapas, en tu bici. Y todo teniendo el pensamiento en Eleder, su amigo. Una amistad única que fue destruida y separada por una de las enfermedades más crueles que existen.

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