Gestión de tesorería en etapas de crisis: Medidas que tengo que adoptar
En una situación de crisis empresarial es fundamental contar con información fiable y a tiempo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Para una gestión eficiente de tesorería en una situación de crisis empresarial es fundamental contar con información fiable y a tiempo. Pero la información, por sí sola, no permite a la empresa alcanzar los objetivos de ahorro y eficiencia que se hayan programado.
Además, de las medidas de reestructuración interna que la compañía esté elaborando o poniendo en marcha que tienen una incidencia muy significativa en el modelo de tesorería a medio y largo plazo, es imprescindible poner en marcha una serie de actuaciones urgentes que permitan cumplir las políticas de tesorería que la compañía ha diseñado y que queden plasmadas en la elaboración del presupuesto.
Esta iniciativa debe plasmarse en medidas claras y concretas, en las que se determinen cuáles son las partidas en las que se debe recortar el gasto y en qué cantidad.
Estará dirigida e intervenida de forma activa por los directivos y los cargos intermedios, coordinada con los responsables y las personas más cualificadas de cada departamento. Así será más fácil detectar cuáles son los gastos que se pueden moderar o, incluso, eliminar en cada área y realizar el seguimiento y control del cumplimiento de estas medidas.
2.Control riguroso sobre todos los pagos que se realicen.
Todas las órdenes de pago, antes de ser ejecutadas, tienen que ser aprobadas por los responsables de cada uno de los centros o departamentos donde se han emitido. Posteriormente, lo harán los responsables del control presupuestario de la tesorería de la compañía, ya que son los encargados de gestionar la tesorería y tiene claro la necesidad de cumplir los objetivos de ahorro planteados y son más rigurosos a la hora de aprobar los pagos, puesto que tienen la independencia para tomar decisiones sin estar condicionados por otros aspectos ajenos a la tesorería.
3. Previsión de pagos. Debemos establecer un estado previsional de pagos que permita conocer con tiempo suficiente, el importe y la fecha de vencimiento para que tenga el mayor grado de certeza posible.
Se fija un día del mes para realizar los pagos y se obliga a todas las personas que puedan tener implicación en el sistema de pagos, que entreguen sus previsiones, al menos, con un mes de antelación, de forma que no se produzcan sorpresas en la planificación de pagos.
Cuando la tesorería está muy ajustada, cualquier desviación sobre lo planificado puede suponer un grave traspiés para la compañía. Por eso, es fundamental que la organización sea absolutamente rigurosa en la gestión óptima de tesorería en un momento de crisis, sin que se pueda permitir excepciones a esta regla.
Es conveniente, en muchos casos, la figura de un controller o gestor de tesorería de la empresa en situaciones de inestabilidad. Esta función puede ser asumida -y preferiblemente así lo es- por un profesional externo que tenga suficiente conocimiento y experiencia en esta materia, precisamente por la necesaria independencia y contundencia que se necesita para hacer cumplir las políticas decididas por la dirección de la compañía. Este profesional, además de su independencia, aporta otros aspectos básicos:
? Amplia experiencia en el tratamiento de situaciones de tensión de tesorería y conocimiento sobre instrumentos financieros.
? Capacidad de tomar decisiones de forma ágil en la propuesta de acciones a desarrollar y en las medidas más adecuadas en cada situación (cubrir una posición acreedora en un banco o no, pagar las nóminas por una u otra entidad, usar una cuenta refugio...).
? Implementar medidas generadoras o ahorradoras de caja a corto plazo, mediante la identificación de activos ociosos, políticas sobre diferimientos o aplazamientos de saldos con los organismos públicos, sobre el diferimiento o aplazamiento de pagos a los proveedores no estratégicos.
En la etapa que estamos viviendo de crisis, la gestión de tesorería es una pieza clave que no puede ser tratada de forma aislada en los procesos de refinanciación y reestructuración que cada vez, con más frecuencia, van implementándose en nuestro mercado.