Las diferencias ante el modelo de financiación de Cataluña de Pedro Sánchez opacan la Conferencia de Presidentes
El presidente llega a Santander sin haber trabajado en propuestas con las Comunidades Autónomas y la cumbre amenaza verse reducida a una foto de familia con la breve presencia del Rey Felipe VI
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La Conferencia de Presidentes que se celebrará este viernes en Santander, después de más de dos años y medio sin este encuentro, se perfila como una cita clave en la que las tensiones políticas y las diferencias de fondo amenazan con eclipsar cualquier posibilidad de consenso. La figura del presidente Pedro Sánchez se enfrenta a una situación compleja, pues llega a la cumbre sin haber trabajado previamente en propuestas claras con las Comunidades Autónomas (CCAA), lo que genera incertidumbre sobre la utilidad del encuentro y alimenta las expectativas de un evento reducido a una simple foto de familia, con la breve presencia del Rey Felipe VI.
El foro se presenta como un espacio para tratar asuntos cruciales como la vivienda, la financiación autonómica y la migración, pero los desacuerdos entre el Gobierno y las CCAA gobernadas por el Partido Popular (PP) prometen dificultar la consecución de acuerdos sustantivos. A pesar de la esperanza del Ejecutivo central en lograr consensos, aunque mínimos, el PP se muestra escéptico y ya ha anticipado públicamente su postura, especialmente en relación con temas sensibles como la financiación autonómica, donde la divergencia sobre el modelo de financiación de Cataluña ocupa un lugar central.
El conflicto sobre el modelo de financiación de Cataluña
Uno de los puntos más polémicos y esperados de la cita será el debate sobre el sistema de financiación autonómica, que no solo enfrenta a los partidos políticos en general, sino que agita las aguas entre las propias comunidades. Aunque Pedro Sánchez convocó inicialmente la Conferencia de Presidentes con la intención de abordar la cuestión de la vivienda, el poder territorial del PP logró incluir también en la agenda el asunto de la financiación autonómica, con especial atención a la situación de Cataluña.
El modelo de financiación catalán, que propone una salida progresiva del régimen común, es un tema especialmente controvertido. Las comunidades autónomas gobernadas por el PP han dejado claro su rechazo a este "cupo catalán", y llevarán a Santander una postura unificada contra la propuesta, que consideran injusta y que podría abrir la puerta a un trato preferencial para Cataluña. A lo largo de los últimos meses, los presidentes autonómicos del PP han reclamado la inclusión del tema en foros multilaterales, con el objetivo de frenar lo que consideran un "privilegio" para Cataluña en detrimento de otras regiones.
Por su parte, el Gobierno de Sánchez intentará desactivar esta oposición mostrando las diferentes posiciones de las CCAA, que presentan diversos intereses sobre cómo debe reformarse el sistema de financiación autonómica. Sin embargo, las diferencias entre los presidentes autonómicos y la falta de acuerdos previos entre el Ejecutivo central y las CCAA del PP complican la posibilidad de alcanzar un entendimiento.
Vivienda y migración: otros focos de tensión
Además de la financiación autonómica, la vivienda es otro de los temas que generará fricción. Durante el 41º Congreso Federal del PSOE, Pedro Sánchez anunció la creación de una empresa pública para la construcción y gestión de viviendas, pero aún no ha concretado cómo se llevará a cabo este proyecto. Las CCAA del PP son reticentes a las propuestas del Gobierno, argumentando que la competencia en materia de vivienda recae sobre las autonomías y que las medidas del Ejecutivo central no son suficientes para abordar la grave crisis habitacional que afecta al país. En este sentido, el PP está ultimando una propuesta propia de ley de vivienda, que presenta una visión opuesta, centrada en aumentar la disponibilidad de suelo en el mercado.
La migración será otro de los puntos candentes de la cumbre. El reciente conflicto por la gestión de los menores migrantes, que aún no ha logrado una solución satisfactoria, sigue siendo un tema de tensión entre el Gobierno y las comunidades autónomas. A pesar de los intentos de alcanzar acuerdos entre las autoridades nacionales y regionales, la falta de avances en la distribución de menores migrantes y los desacuerdos sobre la financiación de estos procesos crean un ambiente de desconfianza. En este aspecto, los presidentes de Canarias y del País Vasco han acordado presentar una propuesta conjunta para tratar de llegar a una solución en Santander, aunque las expectativas de un acuerdo son bajas, dada la postura inflexible del PP y las dificultades previas para negociar con el Gobierno de Sánchez.
El papel de la figura del Rey Felipe VI
Aunque la agenda oficial de la Conferencia de Presidentes se inicia con un pequeño encuentro con el Rey Felipe VI, que se limitará a una breve foto de familia, muchos temen que la cumbre termine siendo una mera formalidad. Después de dos años y medio sin convocar este foro, la ausencia de un trabajo previo que permita alcanzar acuerdos hace temer que el encuentro se reduzca a una exposición de diferencias y a un espacio para que los líderes regionales, en especial los del PP, muestren su oposición al Ejecutivo de Sánchez. La foto de familia y el pequeño desayuno con el monarca parecen ser los momentos más simbólicos de un encuentro que podría terminar sin grandes avances.
Para Pedro Sánchez, la Conferencia de Presidentes se perfila como un reto político considerable. La falta de un consenso claro entre las CCAA y la división interna dentro del propio espacio autonómico complican las posibilidades de encontrar soluciones a los problemas más urgentes. El Gobierno, confiado en la posibilidad de llegar a acuerdos mínimos, se enfrenta a un escenario de alta polarización, con el PP intentando desacreditar cualquier propuesta que provenga del Ejecutivo central.