La triste despedida a un 'hombre de Estado': Alfredo Pérez Rubalcaba
Los Reyes, políticos, artistas y ciudadanos le han rendido un último tributo en la capilla ardiente instalada en el Congreso
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Si hoy hay una palabra mil veces repetida y mil veces escrita ha sido "gracias", "muchísimas gracias, Alfredo" por tu legado, por tu "gran trabajo", por haber contribuido "a hacer de España un lugar más justo y civilizado".
Mensajes de ciudadanos, de compañeros de lucha y de amigos 'desconocidos' que quedarán para siempre guardados en los libros de condolencias junto a la admiración que muchos han querido también reflejar por ese "hombre de Estado" que siempre fue Alfredo Pérez Rubalcaba.
Junto a los libros, cinco en total, colocados en tres mesas en el patio del Congreso, quedaban como fuera de lugar unas cajas de bombones de la funeraria con el eslogan publicitario: "En el momento más difícil confíe en nuestra ayuda".
También este día de despedida de Rubalcaba ha dejado imágenes singulares como la de Pedro Sánchez acercándose a Manuel Chaves, que lloraba desconsoladamente y el abrazo que se han dado Felipe González y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que llevan tiempo muy distanciados, bajo la atenta mirada de los Reyes eméritos.
Como alejados estaban igualmente Alfonso Guerra y Sánchez, pero que tampoco han podido evitar estrecharse la mano afectuosamente.
Dos veces se han abrazado Albert Rivera y Sánchez, una a la llegada y otra a la salida del líder de Cs, que esta semana estuvo en Moncloa donde reiteró su "no es no" a apoyar un Gobierno socialista.
Rivera se ha presentado a expresar sus condolencias acompañado de dos exdirigentes socialistas ahora en las filas naranjas: Soraya Rodríguez y Joan Mesquida.
Muy tocado emocionalmente se ha visto a Antonio Hernando, sentado junto a Chaves en la bancada de la familia, y no en la de enfrente, que ocupaban todos los socialistas.
Todos los expresidentes del Ejecutivo han acudido a decir adiós a Rubalcada salvo José María Aznar, que tampoco vino ayer, en un día en el que de la dirección actual del PP solo ha venido Juan Ignacio Zoido, presidente del comité electoral.
De otros partidos han acudido la portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, el presidente del PdeCat, David Bonvehi, y la dirigente Marta Pascal.
Se les notaba tristes como lo estaba un hombre muy mayor, marroquí, que llevaba en la mano una fotografía de Rubalcaba cuando era ministro del Interior, dándole la mano a su homólogo de Marruecos.
Y muy solemnes han caminado delante del féretro, acompañados de sus padres, unos niños pequeños que han dejado unas rosas rojas delante del féretro, como han hecho muchas personas, mientras otras se paraban con el puño en alto, se santiguaban o lloraban.
Porque sobre todo la despedida de Rubalcaba ha sido una despedida de infinitas lágrimas anónimas.