Así se preparan los soldados ucranianos para una posible guerra en Chernóbil
El Gobierno ucraniano pretende reforzar los puntos estratégicos de su frontera con Bielorrusia por la concentración de tropas rusas en el flanco oriental de Ucrania
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Por los caminos del área de exclusión de Chernóbil, en Prípiat, se escuchan pisadas de los soldados. Una pequeña patrulla de la guardia fronteriza ucraniana pasea a través de casas abandonadas y carreteras vacías del trasiego de los coches que dejaron de recorrer esas vías hace más de 30 años. El área que rodea la central nuclear es una de las zonas más contaminadas de todo el mundo aunque conforma un punto estratégico para Ucrania, pues queda en la ruta más corta en el supuesto de que Bielorrusia invada este país.
Según cuenta El País en su artículo, "esto es suelo ucranio y por seguridad nacional debemos vigilarlo y protegerlo", asegura un recluta (llamado Oleh) a este diario, que está haciendo el servicio militar con apenas 20 años.
Cuando ocurrió todo Oleh ni había nacido. Ni él, ni sus otros dos compañeros que hablan con los periodistas españoles sobre su labor diaria en Prípiat. Ahora, con la concentración de tropas rusas en el flanco oriental de Ucrania, el Gobierno de este país quiere reforzar los puntos estratégicos de su frontera con Bielorrusia ante una hipotética guerra. Entre ellos destaca la zona de exclusión de Chernóbil, un perímetro de unos 30 kilómetros que trata de proteger la salud de la ciudadanía ante la letalidad de las partículas radiactivas que todavía permanecen en el suelo pese al transcurso del tiempo.
Nuevas patrullas de la guardia fronteriza y la policía del distrito se han añadido a los efectivos que vigilaban la zona, por cuestiones de seguridad. "Los guardias fronterizos defenderán el perímetro y retendrán la ofensiva hasta la llegada del Ejército regular, reservas de combate con armas y equipos adecuados, que están desplegados muy cerca", aseguraba el recluta a los periodistas.
El ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, insiste en que es una cuestión de seguridad y hace un llamamiento a la tranquilidad pese a las declaraciones que se lanzan desde Washington de un posible movimiento de Rusia. Reznikov asegura que no cuentan con información que apunte a que Rusia vaya a atacar pronto.
Mientras, esos reclutas pasean en la frontera que se encuentra en una ciudad, Prípiat, que cambió para siembre tras el accidente nuclear que se produjo el 26 de abril de 1986. Desde esa fecha, nada volvió a ser lo mismo. El silencio arrasa las calles y las casas abandonadas son una constante, de las que salierron a la carrera más de 90.000 personas.
La "demostración de fuerza" que está haciendo Rusia junto a la frontera con Ucrania
Este jueves, Rusia ha hecho una demostración de fuerza en la frontera con Ucrania con el inicio de maniobras militares conjuntas con Bielorrusia, paso que la OTAN considera contrario a la desescalada entre rusos y ucranianos demandada por Occidente.
En la primera jornada de los ejercicios "Determinación aliada-2022" los aviones de asalto rusos Su-25SM participaron en la "eliminación de objetivos del enemigo" en un polígono militar de la región bielorrusa de Brest, limítrofe con Ucrania y Polonia.
Se le sumarán en los próximos días los cazas Su-35 y los sistemas de defensa antiaérea S-400, que tienen un alcance de hasta 400 kilómetros, juegos de guerra a los que no acudirá el presidente ruso, Vladímir Putin, según informó el Kremlin.
El jefe del Estado Mayor de Rusia, Valeri Guerásimov, sí viajó a Minsk para presidir las maniobras, que algunas capitales occidentales consideran un posible preludio de una invasión de Ucrania.
El Kremlin reconoció que las maniobras -el mayor despliegue militar en Bielorrusia desde la Guerra Fría, según el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg- son de gran envergadura, pero las vinculó con "las amenazas sin precedentes" a las que están sometidos ambos países.
Con todo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, insistió hoy en que las tropas volverán a sus bases tras las maniobras, algo que, dijo, no ocurre con el despliegue de soldados y armamento aliado en Europa oriental.
"El que después de maniobras militares las tropas vuelvan a sus cuarteles es lo habitual. En lo que se refiere a la duración, es un derecho soberano de cada Gobierno", dijo en una rueda de prensa Lavrov tras reunirse con su homóloga británica, Liz Truss, que demandó el repliegue ruso en la frontera ucraniana.