Catalanes en Berlín: la diferencia está en la pasta

Catalanes en Berlín: la diferencia está en la pasta

Rosalía Sánchez

Publicado el - Actualizado

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Los argumentos y contraargumentos catalanes se han encontrado este miércoles en Berlín gracias a la coincidencia de la visita a la capital alemana del grupo parlamentario de Junts per Cataluña por una parte y de representantes de Sociedad Civil Catalana por otra, pero la diferencia de medios ha eclipsado cualquier encuentro dialéctico. Junts per Cataluña ha pagado 30 billetes de avión, 30 noches de hotel, ha cerrado una sala de reuniones y un lobby para periodistas, cena para 50 personas, comida para 40… mientras Sociedad Civil Catalana ha invertido menos de mil euros en trasladar a tres personas que han hablado con los periodistas sobre la acera de la calle, a orillas del parque Tiergarten, al que José Rosiñol llegaba arrastrando su propia maleta de mano. La diferencia está en el presupuesto de que cada uno de ellos dispone.

Roseñol explicaba que ha hecho los primeros contactos para establecer una conexión permanente con Berlín y multiplicar así los esfuerzos por difundir este otro relato de los hechos, “que Alemania es un país de la UE y que el problema de Cataluña es un problema europeo porque se incardina en la ola de populismos que está barriendo Europa. Brexit, Ukip, Le Pen, Liga Norte… unos populismos que cobran fuerza a raíz de la gran recesión económica y que en Cataluña se ha abrazado al nacionalismo”.

Puigdemont reunido con el grupo parlamentario de Junts Per Catalunya en Berlín. REUTERS

Puigdemont reunido con el grupo parlamentario de Junts Per Catalunya en Berlín. REUTERS

“No pretendemos influir en la Justicia porque la Justicia es independiente, nos guste o no nos guste lo que digan los jueces, pero venimos a aportar información a la opinión pública alemana, para contrarrestar esa imagen de Puigdemont como víctima”, explica, “cuesta entender que lo consiga, teniendo en cuenta que ha conculcado los derechos de la mitad de los catalanes desde la posición de gobierno de Catalua, y que los alemanes se lo crean, pero para eso estamos nosotros aquí, para que no piensen que en España no hay democracia ni separación de poderes y que no hay presos políticos sino políticos presos.

A solo unas calles de distancia el portavoz de Junts per Cat Eduardo Pujol subrayaba en cambio que varios miembros del grupo parlamentario no han podido asistir a la reunión porque la Justicia española se lo impide y lo hacía con aire acondicionado y un asistente que hablaba en inglés para la prensa internacional. No precisaba si estas reuniones se repetirán con la frecuencia con la que acudían a Bruselas, pero no mostraba ninguna prisa por la formación de gobierno en Cataluña sino más bien intención de prolongar lo más posible la actual situación, de lo que se deduce que hay fondos para rato.