Elevan a 50 el número de víctimas de ataque a dos mezquitas en Christchurch
Además de Tarrant, el viernes fueron detenidas otras tres personas, una de las cuales había acudido armada a asistir a unos niños y fue puesta en libertad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El número de víctimas del ataque perpetrado el viernes contra dos mezquitas en la ciudad de Christchurch se elevó de 49 a 50, informó hoy el comisionado de la Policía neozelandesa, Michael Bush.
En una rueda de prensa desde Wellington, Bush precisó que una de las víctimas mortales fue hallada en la mezquita de Al Noor, que junto con la mezquita de Linwood fueron escenarios de los ataques que dejaron medio centenar de heridos, de los cuales 36 siguen hospitalizados.
Bush evitó confirmar si el australiano Brenton Tarrant, a quien el juez imputó el sábado un cargo de asesinato y contra quien decretó prisión provisional, es el único responsable de los ataques armados en ambas mezquitas de Christchurch.
"Hasta la fecha solo una persona ha sido acusada en relación a los ataques. No diré nada concluyente hasta que estemos absolutamente convencidos de que no hay nadie más implicado", dijo Busch.
Además de Tarrant, el viernes fueron detenidas otras tres personas, una de las cuales había acudido armada a asistir a unos niños y fue puesta en libertad poco después.
Los otros dos son un hombre y una mujer que fueron detenidos cerca del cordón policial dentro de un coche con varias armas, aunque de momento la policía considera que ninguno de ellos está implicado en el atentado.
Según Bush, la mujer ya fue puesta en libertad mientras que el hombre permanece bajo custodia acusado de posesión de armas.
Al mismo tiempo, el comisionado indicó que otra persona fue detenida como resultado de la investigación policial, si bien calificó su relación con el suceso como "tangencial".
"Un hombre de 18 años comparecerá ante el juez el lunes pero el arresto es tangencial a este asunto y no creemos que estuviera implicado en el ataque", dijo Bush.
Bush también explicó que la Policía intenta identificar a las víctimas para que puedan ser enterrados lo más pronto posible, al reconocer la frustración entre los familiares que quieren realizar los funerales de acuerdo a sus costumbres.
Este fin de semana la prensa comenzó a revelar las identidades de las víctimas, la menor de ellas Mucad Ibrahim, de 3 años de edad, quien estaba en la mezquita de Al Noor con su padre y su hermano mayor, Abdi, en el momento del ataque con armas semiautomáticas.
También se cuentan entre las víctimas de Al Noor a Sayyad Milne, de 14 años de edad, cuyo padre, John Milne, lo describió entre lágrimas como "un pequeño soldado valiente", además de Naeem Rashid, quien se cree que murió en el hospital después de intentar quitarle el arma al agresor en Al Noor, así como su hijo Talha, de 21.
Pero Bush se negó a hablar de las identidades al aclarar que "no compartiremos información hasta que ellos estén formalmente identificados".
La víspera, el presunto autor de los ataques a las mezquita de Al Noor y de Linwood, a unos seis kilómetros de la primera, fue imputado por asesinato, aunque se espera que le formulen otros cargos antes de su comparecencia ante el Tribunal Superior de Nueva Zelanda el próximo 5 de abril.
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, se reunió con las víctimas y miembros de la comunidad musulmana en Christchurch para expresarles su apoyo y anunciar una reforma de la ley de armas, en una jornada marcada por vigilias por las víctimas y expresiones de unión ante la islamofobia.
Los cuerpos de las víctimas mortales del ataque terrorista contra dos mezquitas en la localidad neozelandesa de Christchurch comenzarán a ser entregados a sus familiares a partir de este domingo, según ha anunciado la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, en un comunicado.
Las autoridades esperan poder haber entregado los restos mortales de las víctimas a todas sus familias antes del miércoles.
La alcaldesa de Christchurch, Lianne Dalziel, ha anunciado anteriormente que su ayuntamiento ha estado trabajando para preparar los lugares de reposo de las víctimas, para que puedan ser enterradas lo antes posible y de acuerdo con las tradiciones musulmanas.