Esta es la fruta tropical que no engorda, mejora la resistencia a la insulina y reduce la inflamación, según un estudio de Estados Unidos
Las frutas y verduras son un alimento necesario en cualquier dieta. Estas son fuente de vitaminas y minerales, imprescindibles para el correcto sistema de nuestro organismo

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En todas las dietas equilibradas se recomienda tomar frutas y verduras. Estas son fuente de vitaminas y minerales, imprescindibles para el correcto sistema de nuestro organismo. Por ese motivo, cada día se elaboran nuevos estudios sobre el consumo de ciertas frutas y verduras y sus beneficios para nuestro bienestar.
Ahora, un estudio del Instituto de Tecnología de Illinois, en Estados Unidos, ha confirmado que el consumo diario de unas dos tazas de mango, que contiene tan solo 100 calorías, pueden ayudar a reducir los niveles de concentración de insulina y mejorar la sensibilidad a la misma en adultos con sobrepeso u obesidad, así como en aquellas personas con inflamación crónica de bajo grado.
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El mango es una fruta muy versátil y rica en vitaminas A, C y E. Además aporta manganeso y potasio, y contiene ácidos depurativos con múltiples beneficios para la salud. Se trata de una fruta tropical que protege la piel, cuida de nuestros huesos y músculos, favorece la asimilación de nutrientes, es beneficioso para el sistema inmune y aporta una dosis significativa de fibra.
LOS RESULTADOS DEL ESTUDIO
Los resultados publicados en la revista 'Nutrientes' subrayan cómo unas sencillas elecciones dietéticas podrían contribuir a reducir el riesgo de afecciones crónicas como la diabetes de tipo 2, estrechamente vinculadas a la salud cardiaca.
En el estudio participaron 48 adultos de entre 20 y 60 años y examinaron cómo el consumo de mangos afectaba a la inflamación y la sensibilidad a la insulina frente a otros alimentos de control calórico en adultos con sobrepeso y obesidad con inflamación crónica de bajo grado.

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Los resultados revelaron que los participantes que tomaron mango experimentaron reducciones significativas de la resistencia a la insulina.
La función de las células beta, la capacidad del páncreas de producir y liberar insulina para gestionar concentraciones normales de glucosa, también mejoró significativamente.
Al cabo de cuatro semanas, las concentraciones de insulina en respuesta a una prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTGO) del grupo del mango eran significativamente inferiores a las del inicio del estudio, mientras que en el grupo de control no se observaron cambios.
"Controlar la glucemia no consiste solo en vigilar los niveles de azúcar en sangre, sino también en mejorar la sensibilidad a la insulina", afirmó Indika Edirisinghe, doctora y profesora de Ciencia de los Alimentos y Nutrición.
Según ella, el estudio sugiere que "añadir mangos frescos a la dieta puede ser una forma sencilla y agradable para las personas con sobrepeso u obesidad de favorecer una mejor función de la insulina y reducir el riesgo de diabetes tipo 2".

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REDUCCIÓN DE PESO
A pesar de ingerir alimentos calóricamente comparables, la composición corporal permaneció estable en el grupo del mango, mientras que el grupo de control experimentó un ligero, pero significativo aumento de peso corporal.
Otra de las conclusiones que llamó la atención fue que los niveles de glucosa en sangre de ambos grupos no eran significativamente diferentes, lo que significa que el mango es un sustituto cardiosaludable de los dulces comparables desde el punto de vista calórico.
"La mejora de la sensibilidad a la insulina en el grupo del mango, sin cambios en el peso corporal, es digna de mención, lo que refuta las ideas erróneas sobre el contenido natural de azúcar del mango y su impacto en la obesidad y la diabetes", agregó Edirisinghe.

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Aseguró también que estos resultados "apoyan investigaciones anteriores que muestran que comer mango no conduce a un aumento de peso, y aunque el mecanismo exacto es aún desconocido, el papel de la mejora del estado antioxidante del consumo de mango puede ser el factor mediador en el control de la glucosa en sangre".
Unos resultados que reivindican, aún más, la importancia de tomar fruta fresca para poder llevar un estilo de vida saludable y mantener así a rayas ciertas enfermedades como, en este caso, el control de la glucemia, la gestión de peso y, por ende, el bienestar general.