Un investigador de Harvard señala el detalle en el que debes fijarte de tus uñas para saber cuánto tiempo más vas a vivir

Ya tienes una excusa para llevar las uñas largas sin que puedan echártelo en cara. Un experto en genética de la Facultad de Medicina de Harvard, David Sinclair, ha explicado como la rapidez a la que crecen nuestras uñas tendría que ver con el tiempo que vamos a vivir. 

Todo en relación a una investigación publicada por 'Journal of Investigative Dermatology', cuya conclusión es que, a partir de los 30 años de edad, el ritmo de crecimiento de las uñas disminuye un 0,5 por ciento cada año.

la teoría de sinclair

La hipótesis de Sinclair sugiere que, si las uñas de una persona crecen a una velocidad mayor de la estipulada a partir de esa edad, su envejecimiento será más lento. Y es que el crecimiento de las uñas, igual que la reconstrucción de la piel sobre las heridas, por ejemplo, está directamente relacionado con la capacidad del cuerpo para regenerar células y la eficiencia de la circulación sanguínea.

Así pues, la teoría es la siguiente: Si las uñas de las personas, a partir de los 30 años, tienden a crecer más despacio y, sin embargo, las mías lo hacen a igual velocidad que antes, supondrá que la capacidad de mi cuerpo para regenerarse sigue en buen estado de forma y envejeceré de manera más lenta y teniendo acceso, en principio, a una mayor longevidad.

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La buena noticia para todos es que la disposición de nuestro cuerpo para poder regenerarse no es aleatoria, de hecho, se puede fomentar. Para ello, debemos saber que una de las claves fundamentales de la regeneración celular es la circulación sanguínea, y esta se mantiene activa con una dieta rica en nutrientes combinada con una rutina de ejercicio físico. Así que, de cierta manera, sí, podemos regular la velocidad a la que crecen nuestras uñas.

por qué las uñas de las manos crecen más rápido que las de los pies

Seguro que alguna vez te has parado a pensarlo y, efectivamente, las uñas de tus manos crecen más rápido que las de tus pies. Concretamente, hasta cuatro veces más rápido. Pero eso no es todo, agárrate, porque las uñas crecen de forma más veloz en verano que durante el resto del año. Si fuera sólo eso... pero es que debes saber más, también crecen más rápido durante la noche que durante el día. 

Y aquí la explicación: 

- El calor afecta de manera positiva a la circulación sanguínea, con lo que, durante los meses de verano, la sangre fluye mejor. 

- La queratina es uno de los componentes fundamentales de las uñas y sobre ella repercute de manera positiva la vitamina D, que ingerimos cuando estamos expuestos al sol, por eso, los meses de verano favorecen el crecimiento de las uñas. 

- El movimiento estimula la circulación de la sangre y en verano solemos hacer más actividades.

De hecho, con las uñas sucede lo mismo que con otros tantos aspectos que pueden determinar nuestro grado de salud. Y es que, siendo cuidadoso y pulcro con nuestro estilo de vida, llevando a cabo ejercicio y cumpliendo con una dieta adecuada, todo en relación a nuestro cuerpo ira mejor. Eso sí, en este caso concreto, prestar cuidados especiales a nuestras manos y pies, no está de más.