Si la vida te da limones, aprovéchalos: esto es lo que le pasa a tu cuerpo si tomas esta fruta todos los días

Dependiendo de la zona de España que seas, estarás más acostumbrado o menos a aderezar tus comidas con un buen chorrito de limón. Aun así, todos hemos podido disfrutar de su sabor, ya sea acompañando a otro plato, como una paella o un pescado; o en postres y dulces, como los bizcochos con rayadura de la piel del limón.

Su gran versatilidad en las recetas culinarias solo se puede comparar con la gran cantidad de beneficios que pueden suponer para nuestro cuerpo. Además, al ser una fruta que está disponible todo el año, no hay excusas para que falte en nuestra dieta.

Una fruta que hemos hecho nuestra

A pesar de haberse convertido una parte de nuestra cultura, la realidad es que viene de Asia. Fueron los árabes los que la introdujeron en la zona del mediterráneo y gracias al clima de nuestro país, ha tenido un gran desarrollo en la zona del Levante.

De hecho, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los lugares que tienen una superficie mayor de limoneros son Murcia, Alicante, Valencia, Sevilla, Cádiz, Málaga y Huelva. En nuestro país encontramos fundamentalmente dos variedades, la del limón Fino y el limón Verna.

El 73% de los limones producidos para esta nueva campaña serían de esta primera variedad, mientras que el 26% serían del tipo verna. Una nueva campaña que estima alcanzar la cifra de 953.661 toneladas producidas, según el Ministerio de Agricultura.

Hablando en general del conjunto de los cítricos, incluyendo las naranjas, los pomelos, los pequeños cítricos y los limones, España es el primer productor de la Unión Europea y el sexto del mundo.

Amarillo por fuera y muy nutritivo por dentro

Como explica la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo (AILIMPO), el componente mayoritario del limón es el agua. Esto hace que su valor calórico sea escaso, unas 44 kilocalorías por cada 100 gramos. 

Además, este cítrico posee una gran cantidad de vitamina C, unos 50 mg por cada 100 gramos de porción comestible. Esta vitamina es indispensable, por ejemplo, la producción del colágeno. Siendo este fundamental para la reparación y el crecimiento de células, tejidos, vasos sanguíneos, encías y huesos.

También va a permitir que mejore nuestro sistema inmunitario fortaleciendo las defensas del organismo, va a mejorar nuestra cicatrización y, con su gran capacidad antioxidante, nos va a ayudar a neutralizar sustancias cancerígenas.

Como explica AILIMPO, "diversos estudios han mostrado que las personas con altas ingestas de vitamina C tienen un menor riesgo de desarrollar otras enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, cataratas o enfermedades neurodegenerativas".

Un limón por partes y aportes

En función de la parte del cítrico en la que nos fijemos, encontraremos unos compuestos u otros:

• En la pulpa hay una serie de ácidos orgánicos que potencian la acción de la vitamina C y poseen un reseñable efecto antiséptico. 
• En la capa blanca bajo la corteza posee una gran cantidad de fibra soluble, la pectina, que nos va a ayudar a sentirnos saciados antes, reducir los niveles de colesterol y frenar el aumento de glucosa en sangre.
• En la corteza están presentes los fitonutrientes, en concreto, los denominados limonoides, que parecen contribuir a la prevención frente a algunos tipos de cáncer.

Además, tanto en la capa blanca como en la corteza hay unos elementos conocidos como flavonoides que tienen propiedades antiinflamatorias. Estos nos van a ayudar a reforzar las paredes de los vasos capilares, dando más flexibilidad a las arterias y disminuyendo la formación de trombos.

Podríamos destacar entonces la gran utilidad del limón para prevenir las enfermedades cardiovasculares y mejorar, a la vez, la función circulatoria.