12 millones de españoles prefieren ya la sanidad privada a la pública

La pandemia se ha convertido en una prueba de esfuerzo no superada por el sistema público y ha situado a la Sanidad como segunda preocupación de los españoles

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Sefi García te cuenta cómo dos de cada 10 españoles optan por la sanidad privada

Sefi García

Publicado el - Actualizado

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10 millones de españoles cuentan con doble cobertura sanitaria, es decir, tienen contratado un seguro privado de salud. A esto hay que sumar los casi dos millones de funcionarios que optan por la sanidad privada. Son dos de cada 10 ciudadanos. España es uno de los países de la OCDE con uno de los gastos sanitarios privados más elevados. Estamos por encima del 29%. La pandemia se ha convertido en una prueba de esfuerzo no superada por el sistema público y ha situado a la sanidad como segunda preocupación de los españoles, solo por debajo de la crisis económica. La falta de médicos y la burocratización de la Atención Primaria, ahora en pie de guerra, están detrás de esta fuga hacia los servicios privados, que crecen a un ritmo del 5% cada año.

La fundada preocupación de los ciudadanos

El último CIS sitúa la sanidad como la segunda preocupación de los españoles, justo por debajo de la crisis económica. La pandemia ha supuesto una prueba de esfuerzo no superada para nuestro sistema sanitario público, en especial para la atención primaria, y ha revelado las debilidades de lo que un día fue “la joya de la corona”, el eje sobre el que bascula todo el sistema sanitario público. Esto ha derivado en un incremento notable de pólizas de salud privadas: 12 millones de españoles, contando a los mutualistas (funcionarios a los que se les da a elegir) cuenta ya con un seguro de salud privado, según los últimos datos publicados por UNESPA. El problema es que desde 2.019 no lo suscriben porque quieren, sino porque lo necesitan. En pleno año electoral, los médicos de atención primaria se han puesto en pie de guerra, la sanidad privada reclama una mejor gestión de la pública y el resultado hasta el momento es que ni el gobierno, ni las administraciones autonómicas darán pasos en este 2.023 para paliar la situación.

Encontramos al doctor José Polo en su consulta de Atención Primaria. Además de su actividad profesional, preside la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria. Es uno de los 36.200 que hay en los centros de salud del país, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad. La media es de 0,8 médicos por cada mil habitantes “pero es una media que se hace también con la España despoblada-nos explica-hay zonas urbanas de más población, donde la ratio es de 0,8 por cada 2.000 habitantes”. Y en cuanto a las enfermeras, es de 0,5 por cada 1.000 habitantes.

El conflicto

La atención primaria está en pie de guerra en prácticamente todo el país. En Cantabria hicieron una huelga en otoño, desconvocada tras alcanzar un acuerdo con el gobierno regional. En Murcia y Baleares no llegaron a parar tras sentarse con sus respectivas consejerías. En Galicia, Pais Vasco y Asturias ya han presentado sus reivindicaciones y amenazan con parar si no son atendidas. En Valencia han retrasado la huelga hasta marzo, y amenazan con paros los lunes hasta mayo. En Andalucía inició huelga indefinida el pasado viernes. En Aragón acaban de desconvocar los paros previstos para el 23 y el 24 de este mes, En Cataluña harán huelga el 25 y el 26 de enero. En Extremadura el 26 y el 27, y amenazan con una huelga indefinida también en los hospitales a partir del 30 de enero. En Navarra pararán en febrero, y en Madrid, está en marcha una huelga indefinida.

El estado de ánimo de los médicos

La situación ha reventado-asegura el doctor Polo-por la falta de inversión y la falta de apoyo público durante muchos años. Por otro lado, la covid ha puesto en evidencia las carencias y ha generado un gran desanimo en los profesionales, que muchas veces prolongábamos nuestra vida laboral, ahora estamos pensando en jubilarnos, teniendo en cuenta que más del 30% tenemos más de 60 años”.

El doctor Polo, pide un plan general con medidas a corto y largo plazo para ir mejorando. Según las sociedades médicas, faltan en la atención primaria entre seis mil y diez mil médicos. El objetivo sería que la agenda del día no tuviese más de 35 pacientes, para poder dedicar a cada uno al menos 10 minutos, y 28 pacientes para los pediatras. Ahora, hay agendas de 60 pacientes.

El “cortoplacismo” de los políticos es para el médico la razón por la que se ha dejado caer la atención primaria los últimos años . “Tenga en cuenta-nos dice- que una inversión en atención primaria es a largo plazo, y muy poco vistosa desde el punto de vista electoral, mientras que una inauguración de una planta de un hospital de alta resolución es mas rentable políticamente”.

Un reciente informe de de la Federación de Asociaciones para la defensa de la Sanidad Publica, señala que en el último año, 1 de cada 5 pacientes que intentó acceder a la Atención Primaria, no pudo. Los últimos datos del CIS relfejan que el 85,6% de los ciudadanos tiene que esperar más de dos días para conseguir una cita en el centro de salud y un 54,3%, más de siete, cuando en 2019 la proporción era de un 41,5% y un 34,7%, respectivamente.

No esconde su desánimo, el doctor José Polo por la situación, pero recuerda que hace 40 años, cuando se fundó la sociedad científica que preside “la situación era mucho peor, había menos recursos económicos, esto tiene solución”. Promete “que no vamos a dejar de pelear, por la atención primaria siendo como soy de la generación que cambió el sistema sanitario público, no vamos a dejar caer el sistema sanitario público. Desánimo, a veces claro que tenemos, pero no vamos a dejar de luchar”.

A nuestro médico le gustaría que la sanidad se eliminara del debate político, pero augura “un año caliente”. Estamos en año electoral.

Y a pesar de que estamos en año electoral, las comunidades autónomas tampoco han hecho especial esfuerzo en mejorar sus presupuestos para sanidad pública. El gasto sanitario por persona oscila entre los 2.015 euros de País Vasco y los 1.284 de la Comunidad de Madrid. El gasto para la atención primaria no llega al 15% del presupuesto sanitario de cada comunidad autónoma, y supone unos 269 euros por habitante, según la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública, muy lejos del 25% que reclama el personal de Atención Primaria.

Pero el problema de la atención primaria no es solo económico. El Estatuto Marco la limita y la encorseta, y el gobierno todavía no se ha puesto a trabajar en la prometida reforma.

Poco dinero, mala organización: fuga a la privada

Las dificultades para acceder a la sanidad pública, han hecho crecer como setas las pólizas de seguros privados. Crecen a un ritmo del 5% de media cada año desde la pandemia, según datos de UNESPA. Madrid es la comunidad con más personas con doble cobertura (casi el 37%) seguida de Cataluña (el 32%), las Baleares (el 29,5%). La media en España es del 23,5%.

“La cuestión no es que crezca, la cuestión es porqué”, plantea a Cope.es Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS. Y crece porque “el problema es que la sanidad pública está en situación de derribo, literalmente-afirma Abarca- La pandemia ha dejado a la sanidad pública en una situación muy precaria porque además ya veníamos de muchos años de deterioro progresivo, de muchos años que sabíamos que íbamos a tener déficit de profesionales, que sabíamos que no iba a haber posibilidad de innovar por los recortes... antes de la pandemia ya se colapsaba por la gripe, y le metes una enfermedad endémica infecto contagiosa que te ocupa aunque solo sea el 3% de los recursos, pero lo estás haciendo sobre un sistema que ya estaba colapsado, y el sistema no puede absolverlo. Y no se ha hecho nada para compensar eso”.

El peligro de la saturación

Esta situación de “derribo” ha cambiado el perfil de los asegurados y también el uso que los más antiguos hacían de la sanidad privada, utilizada como complemento a la pública. El sector privado, cierto, crece, pero no lo hace “voluntariamente”, nos cuenta Juan Abarca, sino para cubrir una necesidad que no es capaz de asumir el sistema. “Estamos creciendo a costa de un aseguramiento a bajo coste que lo hace con la intención de suplir la falta de acceso al sistema público, y los que ya tenían póliza antes de 2.019 utilizan mayoritariamente la sanidad privada-afirma-Estamos muy preocupados desde el sector porque al final el sistema publico es el pilar principal del estado del bienestar en nuestro modelo. Nosotros no estamos para ser la solución a la accesibilidad al sistema sanitario de los pacientes, y no porque nos bajen los márgenes, porque perdemos nuestro sentido, nuestro sentido es la personalización, la experiencia del usuario...nos iremos adaptando, pero no es nuestro objetivo”.

La sanidad privada además, ya absorbe 4 de cada 10 intervenciones quirúrgicas, 3 de cada 10 urgencias y 3 de cada 10 altas. Los centro privados realizan entre el 27% y el 39% de la actividad hospitalaria del Sistema Nacional de Salud, sin contar con los conciertos. Las cifras corresponden al último informe de la Fundación IDIS.

El conflicto y las huelgas en la atención primaria no ayudan. “Creo personalmente que no se puede dejar de atender a los pacientes, porque la atención primaria que se basa en la continuidad asistencial de los pacientes se están pegando un tiro en el pie, porque al final les está obligando a hacerse un seguro”

La angustia del sector privado

Abarca no disimula la angustia del sector por la deriva del Sistema Nacional de Salud: “no es solo un problema de dinero, es un problema de modelo, y el modelo está acabado” . Nos asegura que no quiere ser pesimista pero cree que “esto no se va a solucionar, y nadie se pregunta quién nos va a curar dentro de 10 o 20 años, porque esto va a ocurrir, la sanidad se está cayendo por la base, que es la atención primaria. Nadie quiere trabajar en atención primaria”.

Por las condiciones económicas, explica que “no tienen forma de mejorar sus emolumentos”, pero también por el funcionamiento interno “ según criterios de hace 40 años, no pueden ni pedir una resonancia, soportan además una gran carga burocrática”.

A esto hay que añadir además un dato que nos confirmaba el doctor Polo, el incremento de agresiones que sufren por parte de los pacientes “frustrados por la espera”.

En cuanto a la inversión prevista para este año por gobierno y comunidades autónomas, Abarca nos decía que no estaría mal que la mejoraran “creo, que debería crecer uno o dos puntos más del PIB, pero más importante que lo que falte de dinero,es gestionar lo que se gaste de forma eficiente”.

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