Cid de María puntúa ante la buena novillada de Ibán en San Martín de Valdeiglesias

Abrió plaza un ejemplar de Baltasar Ibán que se movió más y mejor por el pitón izquierdo y al que Luis Pasero se empeñó a torearlo a derechas. La faena no cogió vuelo nunca.

El segundo fue un notable novillo que se empleó en la vara que tomó y después se movió con chispa y buen aire. Lo toreó con prestancia y buen sentido de las alturas Mario Arruza. Pero el fallo a espadas le alejó del premio final. El novillo sí fue recompensado con la vuelta al ruedo.

Juan Herrero dejó constancia de su buen concepto y su variedad capotera con el tercero. El madrileño toreó con temple y expresión, corriendo la mano con largura y profundidad. Pero una estocada que atravesó al novillo y la tardanza en caer del animal dejaron todo en una ovación.

Jarocho lidió como cuarto al ejemplar más deslucido del sexteto del hierro madrileño. El burgalés mostró su firmeza y sitio pero no hubo posibilidad de lucimiento.

El otro notable ejemplar se lidió en quinto lugar, un utrero con clase, ritmo y profundidad en sus embestidas. Cid de María toreó con limpieza en el trazo pero faltó un punto de ajuste para que aquello cogiese mayor rotundidad. Paseó una oreja tras una

estocada.

Adrián Centenera firmó un desigual tercio de banderillas en el que destacó solo el tercer par, cobrado de dentro a fuera. La primera tanda en redondo fue la más lograda del conjunto muleteril, llevando muy toreado y templado al de Ibán. Pero el trasteo tuvo intensidad decreciente.