La pasión por mejorar los hábitos de comida está agrandando una tendencia que ya lleva años asentada, impulsada por el fitness. Cada vez se encara de manera más profesional la 'operación bikini', llamándola incluso 'secado', o lo que es lo mismo, quitarnos esos kilos de más que hemos ganado en los meses de otoño e invierno. Para ello, cada vez está más de moda recomendar el consumo de frutos secos para saciarnos entre horas, en lugar de echar mano de los habituales helados o, incluso, un postre hipercalórico.

No obstante, varios estudios apuntan a que estos pueden aportar muchas más ventajas más allá de quitarnos el hambre, pueden echarnos una mano a la hora de frenar signos del envejecimiento o a combatir enfermedades cardíacas. La mayoría de nutricionistas señalan a las nueces como una buena fuente de 'snacks' para ese hambre entre horas. No obstante, hay otro fruto seco que brinda esas mejoras en el cuerpo, por su alto contenido en vitamina E o en potasio.

El fruto seco que combate el envejecimiento

Y es que se trata de las famosas avellanas que, lejos de su fama de grasas, también sacian y pueden ser una opción saludable entre comidas siempre y cuando optemos por consumirlas de forma natural, evitando las saladas. Además, es rica tanto en vitamina B, magnesio, ácido fólico como calcio, en este último caso ayudando a prevenir enfermedades como al osteoporosis.

Además, las avellanas son fuente de potasio y vitamina E, ideales tanto para frenar los signos del envejecimiento como para enfermedades del corazón. Concretamente, las grasas saludables que hay en las avellanas mejoran la salud cardiovascular, reduciendo el colesterol malo y mejorando los niveles del bueno (HDL). Por otra parte, tanto la vitamina E como los conocidos como flanovoides son elementos antioxidantes, lo que previene el estrés oxidativo, algo que provoca la flacidez en la piel.

¿Cuántas debemos tomar al día?

En España se produce un total de entre 9.000 y 10.000 toneladas de avellanas al año, siendo la mayoría en Cataluña, que concentra un 92% de la producción nacional y el 7% en Girona. Y es que, mientras nuestro país es un referente en la producción de avellanas, también lo somos en cuanto a importadores. Además, contamos con una denominación de origen, la de Reus, con hasta cinco variantes de avellanas: negreta, pautet, gironella, morella y culplana.

Pero, ¿cuántas avellanas debemos consumir al día para obtener esos beneficios contra el envejecimiento sin pasarnos en el peso? Los expertos apuntan a que con “un puñado” basta pero, específicamente, desde el Journal of Nutrition, revista especializada en nutrición, especifica que deben ser 30 gramos de avellanas al día.