La sequía y el aumento de costes obliga a los asadores de Córdoba a reducir el número de cochinillos

La falta de precipitaciones está consiguiendo que la crisis también se note en los restaurantes, sobre todo aquellos que ofrecen en su carta un plato tan solicitado como es el cochinillo. Es el caso del restaurante Brote que en una semana puede llegar a servir unos 40 cochinillos. Con la situación actual esto podría dejar de ocurrir ya que su proveedor no le asegura el producto.

El gerente de Brote, Simo Saber, afirma que “desde hace un año hemos intentando que el aumento de costes no lo soporte el cliente, aunque hemos tenido que subir el precio. A día de hoy un cochinillo puesto en nuestras mesas cuesta un euro más que hace un año”.

Este coste podría ser mucho mayor, pero gracias al gran número de cochinillos, 160 mensuales, junto a la antigüedad como cliente, y la formalidad a la hora de hace frente al pago de los pedidos, el proveedor de restaurante Brote le ha respetado prácticamente el precio, por lo que la subida no ha sido tan acusada, de ahí que el precio final solo haya sido de un euro. Pero esto puede cambiar en pocas semanas, porque al aumento de costes ahora se le suma la fata de precipitaciones, que está consiguiendo que gran parte de la cosecha de cereal esté perdida en España.

FUTURO DE LAS EXPLOTACIONES

Esto está consiguiendo que muchos ganaderos no puedan mantener sus explotaciones. Ante la falta de oferta y la gran demanda, los precios podrían dispararse, o bien que los restaurantes se vean obligados a dejar de incluir este plato en su carta. Al igual que otros muchos sectores, la hostelería continúa superando obstáculos. Primero la pandemia, luego la falta de personal cualificado y ahora la de producto. Y es que van catorce meses consecutivos de reducción de los costes de producción, y esta situación podría ir a peor si los campos siguen secos.

Hasta el momento los precios solo se están conteniendo, aunque meses como el de febrero, los alimentos subieron un 16,6%. Aunque el ministro de Agricultura, Luis Planas, se muestra convencido de que el coste de los alimentos va a disminuir de forma progresiva, puede que esto no se cumpla. La falta de lluvias en el mes de noviembre también afectó a la montanera, el período de 90 días en los que los animales viven en las dehesas en libertad para alimentarse de hierba y de bellotas de encinas y alcornoques. Esta ha sido irregular o mala según los propios criadores.

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Por lo tanto, la falta de bellota en el propio jamón ibérico, ha propiciado un descenso del 12,6% en el número de cerdos ibéricos de bellota sacrificados, lo que supone 86.215 animales menos que la campaña anterior, según la Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici). Todos estos problemas, asegura Simo, “provocará la falta de producto, lo que repercutiría tanto en el precio como en la oferta que podamos encontrar. Por lo tanto nos veremos obligados o bien a eliminar ciertos productos, como nuestro cochinillo, o bien no poder ofrecerlo a todos nuestros clientes”. Lo único que le queda tanto a empresarios como Simo Saber, o a los propios ganaderos y agricultores, es que las lluvias regresen para alejar el tremendo escenario que se nos avecina.

GANADEROS

En COPE hemos hablado con el ganadero Carlos Blanco que cuenta con una explotación de cochinillos y con matadero propio. En esta empresa llegan a sacar unos 2.500 cochinillos semanales de los cuales se sacrifican y se venden todos a nivel nacional. Nos ha explicado que la situación de los costes ya ha provocado que explotaciones pequeñas o familiares hayan tenido que cerrar o bien comenzar a reducir el número de ganado.

El producto de porcino blanco, que es el que demanda el proveedor de asadores, se encuentra con unos precios algo contenidos. Blanco explica que el cochinillo ha experimentado una subida de un 30% en solo un año. Ahora mismo atravesamos un momento glorioso solo porque estamos aguantando los precios. En el momento que los precios suban afectará a muchas explotaciones. Por el momento estamos a la espera de ver cómo reaccionan los mercados a corto plazo", afirma Carlos.

"Ahora mismo nos encontramos expectantes a los próximos meses, porque la campaña de cereal se ha perdido de Madrid para abajo, y de Madrid para arriba estamos esperando qué ocurrirá. La falta de cereal debido a la falta de precipitaciones va a conseguir que los precios se incrementen, algo que al final lo notará el consumidor final".