La manera que tiene nuestro cerebro de reaccionar ante el calor: “Conductas agresivas”

Ante las olas de calor que estamos viviendo en España, con temperaturas en algunas regiones superiores a los cuarenta grados, profundizamos en las maneras que tiene nuestro cuerpo de reaccionar ante el calor. El doctor y experto, José Antonio Trujillo, explica en COPE los efectos menos conocidos en las que afecta el calor en el cuerpo.

PROBLEMAS FÍSICOS

José Antonio Trujillo nos explica la manera a través de la que nuestro cuerpo detecta que hace calor: “El cuerpo a través de sus terminales en la piel manda una señal a nuestro cerebro y nos dice que nuestro cuerpo se tiene que refrigerar”.

El doctor también nos habla del golpe de calor, tan habitual en esta época del año y que tanto preocupa, sobre todo, a los padres y madres: “El calor extremo puede provocar deshidratación, puede darnos un golpe de calor, nos afecta al sistema nervioso central y no podemos ser dueños de nosotros”.

No serían los únicos síntomas físicos, también encontramos que el calor “agota nuestros músculos, nos duele todo el cuerpo y baja nuestra presión arterial, es como si uno no tuviera motor”, indica el doctor.

NUESTRO CEREBRO

Tras años siendo conscientes de que el calor nos afecta más allá de lo físico, los científicos hallan que sí, que efectivamente el calor provoca efectos a nivel cerebral y emocional: “Hay estudios científicos que ven que hay más conductas agresivas, cuando las temperaturas son altas, incluso, hay más tasas de suicidios”.

El hallazgo que realizan tiene su origen en unas pequeñas moléculas que se encuentran en el cerebro llamadas neurotransmisores, en concreto la serotonina: “En el sistema nervioso central se encuentra la serotonina, es como el neurotransmisor del buen rollo, con el calor está más baja”.

El reflejo de la baja cantidad de serotonina es completamente perceptible, es aquello que ya conocíamos, pero necesitaba una explicación. Una vez la tenemos, obtenemos un resultado: “El sistema nervioso central nos traslada unos mensajes de irritabilidad, mayor susceptibilidad y una mayor posibilidad de mantener conductas agresivas”, señala el doctor en COPE Málaga.