El efecto Gabi tampoco fue suficiente para ganar al Córdoba (1-1)

Gabi Fernández tuvo en la noche de este lunes un estreno agridulce como entrenador del Real Zaragoza, ya que tampoco él consiguió enmendar el mal rumbo del conjunto aragonés, que no pasó del empate a uno en La Romareda ante el Córdoba. 

Pudo ser peor, porque, ante el evidente nerviosismo de los muy tensionados jugadores del conjunto local, los andaluces dominaron, fueron superiores y tuvieron claras ocasiones para ganar el partido. Y de hecho se adelantaron en el minuto 64 con un gol de córner botado por Álex Sala que remachó de cabeza sobre la misma línea Rubén Alves.

Pero la ruleta rusa que fue todo el partido para el Real Zaragoza alcanzó su máxima expresión cuando los de Gabi se lanzaron a tumba abierta y con más corazón que cabeza, en auténtico fútbol descontrol, hacia el área contraria, lo que permitió obtener en el minutgo 81 un riguroso penalti por agarrón de Albarrán a Bernardo Vital. La templanza en el lanzamiento de Soberón desde los once metros supuso salvar un punto sacado casi de la nada.

El correcalles final pudo acabar con más goles del Córdoba, pero también pudo hasta ganar el Real Zaragoza, al que se le anuló un gol en el minuto 88 por presunta falta en ataque de Soberón. La decisión del pésimo colegiado catalán Rubén Ávalos Barrera de no conceder el tanto fue, al menos, tan discutible como la propia señalización del penalti a favor de los locales. También Tasende estuvo a punto de marcar en el tiempo extra. Pero al final, empate… y gracias.

En cualquier caso, el equipo aragonés perdió una gran oportunidad de haberse alejado del descenso porque con el empate está a sólo dos puntos de la zona roja que marca el Eldense, que perdió en esta jornada ante el Elche, y seguirá teniendo sobre su cabeza la espada de Damocles. La distancia con los alicantinos aumenta en un punto, pero las sensaciones sieguen siendo las de que este equipo es inferior a todos a los que se enfrenta. Y el sábado hay que jugar en Santander… Y a continuación vendrá el Mirandés…

El Real Zaragoza, que sólo ha ganado cuatro partidos en casa -donde no conoce el triunfo desde hace tres meses- volvió a mostrar el mismo tono gris de siempre y sólo cuando se vio por detrás en el marcador se decidió a arriesgar, algo que le salió bien, porque consiguió empatar pero que no le dio para darle la vuelta al resultado.

El dominio del esférico correspondió desde el inicio al Córdoba ante un Zaragoza obligado a agazaparse porque era incapaz de recuperarlo. El equipo califal tenía el balón y hacía retroceder a los propietarios del terreno hasta casi el borde del área, pero su dominio no implicó peligro. Llego a tener el 76 % de la posesión en el primer cuarto de hora, aunque sin peligro real.

El conjunto aragonés consiguió sacudirse la presión de su rival mediada la primera mitad en la que, subiendo la línea de presión que había establecido desde un principio en el centro del campo, puso en apuros la salida del balón de los andaluces con tres oportunidades entre los minutos 25 y 34 aunque con remates pocos precisos.

Esa explosión de apenas diez minutos fue toda la pólvora zaragocista, porque el conjunto de Iván Ania recobró el mando de las operaciones. Aunque de nuevo fue un dominio estéril para ellos.

La mejor para los visitantes llegó al filo del descanso en un córner por bajo que dio en el primer palo y luego se paseó por el área sin encontrar rematador.

En la segunda parte, que fue un auténtico correcalles, las cosas variaron sustancialmente porque el Córdoba llegó con asiduidad a la meta zaragocista y comenzó a acumular ocasiones de gol.

Hasta tres tuvo entre los minutos 57 y 63, la última como preludio de 0-1, que llegó un minuto más tarde en un saque de esquina con pinta de gol olímpico a cargo de Álex Sala que envió a las mallas de cabeza Rubén Alves a bocajarro.

Con todo perdido, el equipo aragonés se fue hacia arriba, lo intentó con más corazón que cabeza y cambió la dinámica del juego. Y en un córner forzado en el minuto 81 fue objeto de penalti Bernardo Vital. La pena máxima, lanzada por Soberón, igualó la contienda y dio ánimos renovados a un Real Zaragoza al que le fue anulado un gol en el 88 por falta en ataque del propio delantero cántabro.

Siguió empujando el conjunto local más por coraje que por calidad, aunque fue más la sensación de agobio para el Córdoba en esos últimos minutos que una opción real para haber logrado el tanto de la victoria para los locales. Tasende la tuvo, pero también el Córdoba pudo marcar en otras dos ocasiones. Empate insuficiente, pero, del mal, el menos.

R. Zaragoza 1: Poussin; Luna (Tasende, m.66), Vital, Jair, Calero; Francho, Raúl Guti (Aketxe, m.89), Toni Moya, Liso (Adu Ares, m.66); Dani Gómez (Pau Sans, m.76) y Soberón.

Córdoba 1: Ramón Vila; Carlos Isaac, Xavi Sintes, Rubén Alves, Albarrán; Isma Ruiz, Pedro Ortiz (Magunazelaia, m.76), Alex Sala (Theo, m.76); Carracedo, Obolskii (Ander Yoldi, m.83) y Jacobo González.

Goles: 0-1, m.64: Rubén Alves; 1-1, m.80: Soberón, de penalti.

Arbitro: Avalos Barrera (Comité de Cataluña). Amonestó con tarjeta amarilla a Toni Moya, Soberón y Calero, del Zaragoza; y a Alex Sala, Isma Ruiz, Carracedo, Mangunazelaia, Jacobo González y Rubén Alves, del Córdoba.

Incidencias: partido correspondiente a la trigésima segunda jornada de LaLiga Hypermotion (Segunda División) disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante 17.635 espectadores.