Asturias quiere seguir el ejemplo de Francia en el cuidado de los mayores

El planteamiento lo puso sobre la mesa Antonio Corripio, presidente de la Asociación de empresas sociosanitarias del Principado de Asturias. En Europa hay un ejemplo de colaboración público privada para atender a las personas mayores. Permite a las personas escoger centro público o privado, según sus necesidades. Tanto geográficas, en función de la zona en la que vivan, como de sus necesidades sanitarias. Atendiendo al grado de dependencia que sufran o padezcan.

REUNIÓN FRUCTÍFERA Y DE FUTURO

El encuentro celebrado en Gijón, entre diferentes propietarios de centros asistenciales privados y el director general de Promoción de la Autonomía Personal y Mayores, Enrique Rodríguez Nuño, deja ya una primera intención de mantener una nueva reunión en el mes de diciembre. En esa reunión de finales de año se va a analizar la evolución de tres objetivos que han quedado muy claros: revisar la figura del asistente personal, la de las ayudas para la dependencia y la prestación económica vinculada al servicio.

A lo largo del encuentro surgieron dudas y planteamientos de los responsables de diferentes centros sociosanitarios privados del Principado que fueron anotados por el director general, Enrique Rodríguez Nuño. Se habló del cheque servicio, de la liberación del sector, y de la libre elección de centro para la atención de día o residencia permanente de las personas mayores.

El cheque servicio es uno de los motivos que ha llevado al éxito del modelo francés. Desde los organismos públicos se facilita la creación de empresas para la atención a personas mayores o dependientes. Allí, en Francia, se llama "Cheque Servicio de Empleo Universal".

En el año 2005 se aprobó la "Ley Borloo", que permitió el desarrollo del sector de los servicios a las personas, con unos resultados espectaculares. Hay más 400.000 empleos regulados, en dos años, y ha permitido que se regule una economía que anteriormente era "economía sumergida"

CLAVES DEL ÉXITO DEL MODELO FRANCÉS

La singularidad del modelo radica en que el empresario es una persona física que crea un puesto de trabajo para satisfacer una necesidad concreta, sin efecto de ganancia; es un trabajo sin fines de lucro. En el país, los organismos de seguridad social (la URSSAF para las declaraciones y la recaudación de las cotizaciones y las Caisses d’Allocations Familiales para las prestaciones) han acompañado el desarrollo de estos servicios.

En vigor desde 1994 y caracterizado por el concepto de Chèque Emploi Service Universel (Cheque Servicio de Empleo Universal, CESU), este servicio se ha construido en torno a un sistema de declaración, remuneración y pago con elementos de incentivo. Utilizado por 420.000 personas consideradas empresarios individuales en 1996, en la actualidad lo utilizan casi 2 millones de personas para el cuidado de los niños, o de personas mayores

¿Cuáles son las razones de este éxito?

El Estado y las autoridades locales fomentan el empleo entre particulares mediante medidas adaptadas a cada persona, e incentivos, sobre todo fiscales, para todos los ciudadanos:

Medidas fiscales: reducción o crédito fiscal (50% del importe pagado) para los empleadores individuales a domicilio.

- Ayudas para grupos específicos: la prestación por cuidado de niños pequeños (Paje), la prestación de autonomía personalizada (APA), la prestación de compensación por discapacidad (PCH).

- Retenciones sobre el importe de los gastos: retención de 2 euros por hora declarada.

- Planes de prefinanciación de servicios a domicilio: con base en el modelo de “vales de restaurante”, para desarrollar el uso de los servicios, financiados en parte por las empresas que desean ofrecer beneficios sociales a sus empleados.

- Simplificación del sistema de declaración 100% digital.

- Conectar a empleadores con trabajadores: poner en contacto a empleadores individuales y trabajadores a domicilio a través de plataformas digitales.

- Protección social de los trabajadores a domicilio: enfermedad, accidentes laborales, maternidad, vejez.