OBISPADO
Día de la Iglesia Diocesana¿Qué puedes hacer tú por tu comunidad?
La Iglesia Diocesana celebra su día recordándonos el poder de la vocación y el servicio. Reflexiona y descubre cómo tu compromiso puede hacer una diferenca
Santander - Publicado el
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Cada año, el Día de la Iglesia Diocesana nos invita a detenernos y reflexionar sobre nuestra misión y sentido de pertenencia dentro de la comunidad de fe. Más allá de estadísticas o presupuestos, este día nos recuerda el llamado a una vocación viva, activa, y comprometida con quienes nos rodean, así lo asegura el Obispo de Santander, Arturo Ros. Este año, la celebración pone en el centro de atención nuestra responsabilidad bautismal y la importancia de responder a la vocación al servicio en la Iglesia, no solo dentro de nuestros círculos parroquiales, sino de manera abierta y universal.
La diócesis es mucho más que un conjunto de parroquias; representa una red de ayuda, solidaridad y, sobre todo, compromiso. Sentirnos parte de ella, nos recuerda nuestra responsabilidad de acompañar y cuidar a los demás. Desde la diócesis de Santander, esta llamada al servicio y al apoyo mutuo, es una invitación a participar activamente en una red de solidaridad que trabaja día a día para atender tanto las necesidades espirituales como las materiales de nuestra comunidad.
Tres Dimensiones Clave para Este Día
Vocación de Servicio: Nos invita a reflexionar sobre nuestro papel en la Iglesia y cómo podemos contribuir con nuestras acciones y talentos. La vocación es el motor de nuestra fe, y cada pequeña contribución es valiosa.
Pertenencia a la Iglesia Universal: Esta festividad nos llama a ir más allá de los límites locales, recordándonos que pertenecemos a algo más grande: la Iglesia como comunidad global. La diócesis es nuestra responsabilidad y, en última instancia, una extensión de nuestra familia.
Solidaridad y Ayuda Mutua: En estos tiempos difíciles, la Iglesia también enfrenta desafíos, especialmente en zonas de alta necesidad. Las carencias materiales son una realidad, pero también son una oportunidad para unirnos en un esfuerzo compartido de servicio y ayuda.
Compromiso y Esperanza en un Camino Compartido
En el contexto de un mundo lleno de incertidumbre, la Iglesia ha trazado nuevas líneas de acción pastoral para este curso. Desde el “Primer Anuncio” –donde se promueve una conversión pastoral y un espíritu misionero renovado– hasta el “Acompañamiento” y el “Itinerario Formativo”, cada línea de trabajo busca fortalecer la fe y crear una comunidad unida. Asimismo, la Iglesia de España, en el marco del próximo Año Jubilar del Papa Francisco en 2025, reitera el llamado a ser “Peregrinos de la Esperanza”.
Desde la parroquia de la Asunción de Torrelavega, Carmen González, una laica comprometida, comparte su labor de animación y trabajo en comunidad: “Trabajar en comunión nos lleva a respetar todas las opiniones y nos recuerda que estamos mejor cuando trabajamos unidos”. Su labor, como la de tantos otros, es un recordatorio de la importancia del esfuerzo en común, especialmente en tiempos de cambio y desafío.Para Carmen y muchos otros en la diócesis, la solidaridad no es solo un acto de caridad, sino una expresión viva de nuestra fe.
Este año el día de la Iglesia Diocesana gira en torno a las vocaciones, en sintonía con el Congreso de Vocaciones que se va a celebrar en Madrid del 7 al 9 de febrero. Aquí en Cantabria, el Obispo de Santander, reconoce que la situación no es la mejor en este aspecto, pero que sí parece que tiene futuro."Esta situación la vivimos con preocupación y con esperanza. Es verdad, que tenemos pocas vocaciones, pero las que tenemos son muy buenas. . Va viendo brotes verdes y tenemos esperanza y expectativas. Y ahí trabajamos para animar al compromiso"
DANA VALENCIA
El obispo de Santander, el valenciano Arturo Ros, ha agradecido este miércoles los "gestos de cercanía y generosidad" con los afectados por la DANA. "Cantabria está mostrando lo que es y la diócesis está mostrando lo que es. Tierra buena y generosa que ejerce esa llamada de caridad de una forma admirable".
Ros, que antes de ser obispo de Santander fue obispo auxiliar de Valencia, ha expresado "la preocupación y el dolor" que siente la Iglesia por las consecuencias de la DANA, especialmente en su tierra, pero también su gratitud porque "las muestras de cercanía y de afecto se multiplican todos los días y también los compromisos personales de grupos, de asociaciones, de parroquias, siendo más que solidarios con aquella tierra que está sufriendo tanto".
Además, ha animado a seguir colaborando con aportaciones económicas.
"He podido mantener el contacto con mi tierra, con instituciones y con personas y con gente de las parroquias. Y es verdad que en este momento lo más efectivo es la ayuda económica. Bien porque otras entidades han colaborado con material para limpiar, que era muy importante, y con fuerzas vivas para limpiar. Sabemos que en algunas zonas la llegada de alimentos está sobrepasada, pero es grandeza de voluntad y de generosidad de la gente. Eso a veces cuesta distribuirlo y está el riesgo de que haya cosas como comida o medicinas que se estropeen", ha explicado.
Finalmente, ha recordado que la Conferencia Episcopal ha convocado un funeral el martes 19 por la tarde en la Catedral de la Almudena de Madrid con todos los obispos de España y el fin de semana del 23 y 24 de noviembre se realizará una colecta general en todas las parroquias de España destinada a ayudar a los afectados por la DANA.